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lunes, 25 de junio de 2018

Diez casos de agresión diaria de perros callejeros

En Villa Tunari Fab, una adulta mayor de 81 años fue víctima de mordedura de perro y otros daños a su humanidad, como consecuencia de una agresión canina, quien pese a tener propietario se encontraba en la calle generando temor en transeúntes.

La víctima fue directamente tumbada al piso y mordida en la parte de la cabeza y el brazo, agresión que fue intervenida por la propietaria del perro, quien solo atinó a remitir a la víctima a un centro de salud, con la finalidad de realizar las curaciones correspondientes.

Posteriormente la anciana, luego de ser atendida en el centro de salud, fue remitida a su casa, donde una semana después presentó una severa infección en la herida del brazo, la misma que ocasionó otros gastos a la familia, mientras la propietaria del perro no fue convocada por zoonosis para ser multada como establece la norma.

IRRESPONSABILIDAD

“Mi madre salió de la casa, con la idea de poder ver en la calle una de las comparsas que estaba bailando acompañado por una banda, en ese trayecto es que aparece el perro negro y la tumba a ella, mordiéndole la parte del brazo y la cabeza. La piel ha quedado salida como lengüeta, mientras en la cabeza se mantienen las heridas por mordedura, pero la dueña no quiere hacerse responsable, solo se conformó con remitir a mi mamá al centro de salud al hospital Los Andes”, explicó la hija de la víctima, Marianela Paz.

MORDEDURAS

Como la adulta mayor que fue víctima de mordedura de perro, cerca de 10 a 12 casos por día son atendidos en Zoonosis, dependiente del Municipio de El Alto.

La mayoría de las mordeduras son por mascotas que tienen su propietario, aunque ellos, tratan de negar su responsabilidad, aduciendo que son callejeros que se acostumbraron a quedarse en la puerta de su casa, donde le construyeron una infraestructura improvisada, “pero averiguando e indagando a los vecinos, confirmamos que son los propietarios de los perros, quienes dejan a sus mascotas en la calle, ocasionando una serie de daños a los transeúntes.

“Los perros potencialmente peligrosos, no son de una raza específica, sino son todos aquellos que se encuentran abandonados o criados en las calles, quienes están generando la inseguridad a los transeúntes, esos perros que están en las calles, tienen dueño o viven en la puerta de su casa”, explicó Director de Zoonosis.

De 10 perros que son denunciados a zoonosis por mordedura y agresiones a personas de diferentes edades, siete tienen propietario y deben hacerse cargo de las diferentes sanciones económicas que establece la norma municipal, incluyendo las curaciones y gastos mayores que requiere la víctima en los diferentes centros de salud, donde suelen llegar las víctimas vía emergencia.

Rabia muda no suele presentar síntomas

En dos ocasiones se presentaron casos denominados como rabia muda, uno de ellos detectado en la comunidad de Pumamaya, ubicada en el Distrito rural D-11, donde una mascota presentó rabia muda, enfermedad que afectó a varias personas quienes estaban en contacto con el animal, por lo que tuvieron que asumir su tratamiento con inyecciones.

El Director de Zoonosis del Gobierno Municipal de El Alto, Rolando Yujra, ratificó que este tipo de casos no presenta síntomas comunes, como: excitabilidad, comportamiento o ataques violentos, morder, agitación, agresividad inusitada, bravura, salivación excesiva, aversión al agua (de donde se deriva el nombre “hidrofobia”), imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, disfunción muscular, irregularidades de la coordinación o del paso, parálisis, convulsiones, como suele ocurrir, al tratase de una rabia muda.

“La mascota de acuerdo al carnet que nos presentó el propietario, registra haber tenido las vacunas antirrábicas que son efectuadas en temporada de campaña, pero al parecer, al animal no generó ninguna reacción, presentando la denominada rabia muda, la misma que no tiene sintomatología y suele comportarse como cualquier mascota que juega o muerde a transeúntes, al mantenerse viviendo en la calle”, explicó Yujra.

SIN INDICIOS NOTORIOS

De acuerdo a Ciencia Médica, algunos animales con la rabia no exhiben síntomas rabiosos típicos. Esto se conoce generalmente como rabia muda. Estos animales pueden demostrar otros síntomas de enfermedad general que pueden incluir una evitación de contacto con los seres humanos u otros animales, letargo, la pérdida de apetito, y eventualmente la muerte.

Un perro puede mostrar solamente síntomas muy leves de anorexia (el no comer) y de apatía, y luego se encuentra muerto en tres o cuatro días. A veces el perro no da en absoluto señales de enfermedad, y repentinamente se encuentra muerto. Una autopsia de post-mortem puede revelar rabia.

“El perrito afectado con la rabia muda, es criollo y mordió a cuatro menores, y estuvo en contacto con 17 personas en el distrito, de los cuales ocho son menores de edad. El animal fue sacrificado y el análisis de laboratorio de Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa), confirmó la enfermedad”, explicó Yujra.

Hábitos rurales afectan a protección de canes

La ciudad de El Alto es considerada como una de las principales urbes que tienen una población fluctuante por el proceso de migración campo ciudad, donde las familias que llegan a este centro poblado traen consigo, no solo sus pertenencias, sino aquellas costumbres y tradiciones arraigadas que no modifica la forma cómo debe tratar a sus mascotas, como es el caso de los perros.

Un recorrido por diferentes distritos periurbanos de esta ciudad nos demuestra que la población aún prefiere mantener la casa de sus mascotas fuera de la vivienda, prácticamente pegada al muro de calle, aspecto que no solo pone en riesgo la salud de la mascota, por las bajas temperaturas, sino también porque están expuesta a quedar infectadas por diferentes enfermedades, como la rabia, ante el contacto con otros perros callejeros.

TRANSEÚNTES ATEMORIZADOS

Juana Chávez es una vecina de Villa Tunari Fab, donde más de cinco vecinos de una misma calle, suelen dejar a la intemperie a sus mascotas, provocando temor entre los transeúntes, “No hay como convencer a los vecinos que pese a que llevan años viviendo en la zona, siguen con las mismas costumbres, dejan sus perros en la calle, no solo de día sino prácticamente toda la noche y el día, pareciera que lo hacen a propósito, como buscando molestar a los vecinos, porque ensucian toda la calle, hacen sus necesidades por todo lado, entre los perros generan peleas que da miedo pasar cerca porque pueden atacarnos y de paso, cuando sus dueños salen de la casa, pareciera que fueran alentados para atacar a quienes estamos transitando cerca, es todo un riesgo y cuando nos enojamos o decimos que denunciaremos, ellos solo argumentan que son inofensivos que no hacen nada, pero da miedo”, comentó.

COSTUMBRE

Pese a la realización de diferentes campañas de sensibilización por parte de la Unidad de Zoonosis en esta urbe, para Chávez, las familias que eligen tener una mascota, no modifican su conducta y mantienen actitudes poco favorables para el vecindario y para la protección de sus mismas mascotas.

Para el responsable de Zoonosis Rolando Yujra, varias conductas ciudadanas, se entre mezclan con las aplicadas en áreas rurales, “entre las cuales, está la que sus mascotas no se queden en su vivienda, porque en el campo no existen muros y las mascotas están fuera de la casa protegiendo el ganado y no la vivienda, este es uno de los aspectos que influye en la forma de criar a sus perros”.

El personal de Zoonosis, son quienes deben llegar a la vivienda, donde se encuentra el perro denunciado por agresión y en siete de los 10 casos denunciados a esta entidad pudieron constatar que la mascota tienen construida su casa en la calle, al lado de la puerta de la vivienda de sus propietarios, factor que ocasiona un alto riesgo, no solo para los transeúntes, sino a la misma propietaria de la vivienda, porque sus mascotas pueden ser fácilmente envenenados por los antisociales, como se presentaron algunos casos.

PELIGRO LATENTE

Yujra recomendó a las víctimas de mordedura de perro, o riesgos que generan estos animales que están viviendo en la puerta de sus viviendas, apersonarse a las oficinas de esta entidad a objeto, no solo de realizar la denuncia, sino de que esta instancia confirme si el animal agresor registra o no rabia canina y aplicar las sanciones correspondientes a los propietarios de la mascota.

En la ciudad de El Alto se identifica a una población canina de 216 mil, de los cuales el 3%, vive en condición de calle, generando la proliferación de diferentes enfermedades, que suelen afectar tanto a transeúntes, propietarios y a otras mascotas de cada zona.