viernes, 13 de julio de 2012

Delfín rosado o bufeo especie de la amazonía en peligro de extinción

Especies de alto valor genético como el Delfín Rosado o Bufeo, que habita en el Parque Nacional Isiboro Secure TIPNIS y de otras regiones de la basta Amazonía boliviana en el departamento del Beni, principalmente, es uno de las especies con alto valor biogenético de la fauna amazónica que todavía se puede encontrar en esta reserva natural, a pesar que se encuentra en peligro de extinción, motivo por el cual se deben aunar esfuerzos para proteger estas y otras especies en esta reserva natural nominada como área protegida por el estado boliviano desde el año 1990.

El delfín rosado es un cetáceo de río considerado vulnerable y de acuerdo a investigaciones de ambientalistas está catalogado como en peligro de extinción. Sin embargo es muy importante conservarlo ya que es la única especie que habita exclusivamente en aguas dulces de América.

El delfín rosado habita en los ríos, lagunas y pantanos de la cuenca alta del río Amazonas y el río Orinoco. La contaminación, las redes de pesca y las presas hidroeléctricas son los principales “enemigos” de esta maravillosa especie en peligro de extinción.

Se lo ha catalogado como vulnerable porque se sospecha la reducción de al menos 50 por ciento de la población en los últimos diez años basado en el declive del área ocupada, la disminución de la calidad de su hábitat y de los niveles actuales de explotación.

Antes se le consideraba el único de su género con tres subespecies, actualmente se le reconocen dos subespecies, ya que el delfín rosado o delfín boliviano (Inia boliviensis) es una especie propia endémica de la cuenca alta de los ríos Beni, Mamore, e Itenez o Guapore.

El delfín rosado es también conocido como bufeo y su color varía de rosado y marrón claro a gris azulado, siendo más oscuro en la parte superior y a medida que pasan los años. Los adultos miden 2.5 a 3 metros de longitud y pesan 110 a 200 kg.

Tiene un hocico prominente, largo y fino con 25 a 28 pares de dientes. Los dientes delanteros son puntiagudos y los posteriores son más planos y acopados. Le sirven para agarrar la presa y machacarla. Respiran cada 30 a 110 segundos. Lanzan un chorro de agua de hasta dos metros de altura, por el orificio dorsal.

Nadan generalmente en pareja, pero en circunstancias especiales forman grupos de hasta 20 ejemplares. Durante el apareamiento nadan con la parte ventral hacia la superficie, cerca de la orilla del río. Su reproducción depende del nivel estacional de las aguas.

Los bufeos son inteligentes y muy sociables, se relacionan fácilmente con los humanos, especialmente con aquellos que se desplazan en embarcaciones pequeñas.

Su reproducción depende del nivel estacional de las aguas, y la gestación dura 315 días, tras los cuales nace una cría que permanece dos años al lado de la madre.

Se alimentan de cerca de 50 especies de peces, comen cangrejos que capturan en el fondo del río y que luego llevan hasta la superficie. Comen también tortugas pequeñas de vez en cuando.

Viven en agua dulce solos y están bien adaptados para vivir en zonas de bosque inundado, en pequeñas formaciones de lagos conectadas a los ríos, en canales a excepción de estuarios, cascadas y también se les encuentra en la desembocadura de los ríos.

AMENAZAS

Muchas son las amenazas para la extinción propia de la Amazonía, como la captura directa para comercializar algunas de sus partes como amuletos. También son amenazados por la caza indiscriminada con rifles y con redes.

Algunos indígenas como los Yuracarés utilizan la carne del bufeo como alimento, aunque esto no es frecuente, ya que la carne es muy grasienta y de fuerte mal olor; y algunos creen que la carne no es comestible o que es venenosa.

Poblaciones ribereñas coinciden en que la grasa de este animal se utiliza como remedio tradicional efectivo contra males respiratorios (tuberculosis) y afecciones pulmonares. En algunas poblaciones de la amazonia de Bolivia se ofrecen dientes de bufeo como amuleto contra la mala suerte y como atractivo sexual.

La principal causa de mortalidad es la pesca accidental debido a las colisiones con motores y el enredo en redes de pesca en un estudio realizado y el problema es que el aumento pesquero aumenta también esta amenaza; por ejemplo, en la década de los 60 la introducción de las redes de enmalle de nylon, más resistentes, aumentaron las muertes. Algunas redes como las fijas o las de cerco son las responsables de la mayoría de las muertes. La pesca ilegal es la principal que amenaza.

Otro de los factores que les afecta es la degradación donde se van expandiendo la población cambiando su forma de vida natural, que irremediablemente entran en contacto con el hábitat de los delfines rosados.

Además el aumento que conlleva de agricultura, deforestación y ganadería es una realidad que les afecta. La deforestación en las llanuras de inundación para la agricultura y la industria maderera afecta al ciclo hidrológico y al ecosistema fluvial en su conjunto, y a este delfín.

Uno de los principales efectos es la reducción de la productividad de los peces para su alimento, la construcción de presas que impiden las migraciones de delfines, rompiendo las poblaciones en grupos pequeños con poca variabilidad genética.

Además la disminución del nivel del agua para usarla como agua de riego puede afectarles a su forma de vida. El agua de las presas al no tener un movimiento natural tiene menor concentración de oxígeno, su pH disminuye y se cuenta con menos peces.

La búsqueda y explotación de reservas de petróleo también les afectan.

Desde ya para que esta especie sobreviva en su hábitat debe estar lejos de todo tipo de contaminación, como pesticidas que se usan en la agricultura, metales pesados como el mercurio usado en las minas de oro para separar al oro de la piedra y otros.

Aunque hay medidas de protección de la especie en todos los países donde habita, como en el nuestro, sería necesario un trabajo para identificar la cantidad de delfines que hay, un registro de su distribución, el estudio de los lugares por los que se mueven, emigran y sus efectos en la población. La investigación debería orientarse al aumento o disminución de las poblaciones y la identificación de las causas en cada zona y evitar la pesca tanto accidental como dirigida, así como las matanzas y el deterio del medio ambiente de su entorno que representa una amaneza.

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