El Director de Zoonosis del Gobierno Municipal de El Alto, Rolando Yujra, ratificó que este tipo de casos no presenta síntomas comunes, como: excitabilidad, comportamiento o ataques violentos, morder, agitación, agresividad inusitada, bravura, salivación excesiva, aversión al agua (de donde se deriva el nombre “hidrofobia”), imposibilidad de tragar o de beber, pupilas dilatadas, disfunción muscular, irregularidades de la coordinación o del paso, parálisis, convulsiones, como suele ocurrir, al tratase de una rabia muda.
“La mascota de acuerdo al carnet que nos presentó el propietario, registra haber tenido las vacunas antirrábicas que son efectuadas en temporada de campaña, pero al parecer, al animal no generó ninguna reacción, presentando la denominada rabia muda, la misma que no tiene sintomatología y suele comportarse como cualquier mascota que juega o muerde a transeúntes, al mantenerse viviendo en la calle”, explicó Yujra.
SIN INDICIOS NOTORIOS
De acuerdo a Ciencia Médica, algunos animales con la rabia no exhiben síntomas rabiosos típicos. Esto se conoce generalmente como rabia muda. Estos animales pueden demostrar otros síntomas de enfermedad general que pueden incluir una evitación de contacto con los seres humanos u otros animales, letargo, la pérdida de apetito, y eventualmente la muerte.
Un perro puede mostrar solamente síntomas muy leves de anorexia (el no comer) y de apatía, y luego se encuentra muerto en tres o cuatro días. A veces el perro no da en absoluto señales de enfermedad, y repentinamente se encuentra muerto. Una autopsia de post-mortem puede revelar rabia.
“El perrito afectado con la rabia muda, es criollo y mordió a cuatro menores, y estuvo en contacto con 17 personas en el distrito, de los cuales ocho son menores de edad. El animal fue sacrificado y el análisis de laboratorio de Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa), confirmó la enfermedad”, explicó Yujra.
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