Quizá Ud. sea un amante declarado de los animales, de las personas que pasan largos momentos con su mascota, de aquellos que disfrutan realmente los paseos e incluso hasta hacer deporte en compañía de su perro, y a veces gato.
Y, cómo no, de los que gozan viendo a su mascota comer con gusto algún platillo especial. Sin embargo, hasta ahora, los dueños de mascotas generalmente tenían que quedarse con las ganas de un buen café o no tenían otra opción que dejar a su mascota fuera del local.
Para gente que ama los ratos junto a sus mascotas es que en algunos países de América Latina y en Estados Unidos se están abriendo confiterías especiales para que los dueños puedan saborear junto a sus perros, y a veces gatos, un menú sabroso pensado especialmente para los dos.
Paladares exigentes
En México, la cafetería Bow-Wow Deli ha pensado en los perros gourmet, y ha creado varios bocadillos que incluyen hígado de pollo o de avestruz.
También acepta gatos entre sus clientes, ya que el concepto está inspirado en Japón y este país es un lugar donde los felinos son muy apreciados. El cliente llega junto a su mascota, mejor si reserva espacio antes, y es derivado a una mesa. Para el perro, o el gato, también se prepara una mesa, sólo que más pequeña.
El dueño tiene varias opciones para elegir entre el menú y además tiene libros, revistas y periódicos para leer. La mascota, mantel de plástico incluido, tiene agua fresca y su bocadillo preferido.
Más de 200 canes pasan por el negocio día a día y tienen para elegir un gran y variado menú. Lo que más piden es sushi y sándwiches con condimentos especiales. Además, para el cumpleaños de la mascota se puede ordenar un pastel exclusivamente para ellos (con velitas y todo).
En esta particular confitería, el chef trabaja junto a un veterinario que va elaborando una dieta exclusiva a partir de cordero, pollo, carne y varios elementos nutricionales requeridos por el organismo de los animales de compañía.
Para poder ingresar al Bow Wow hay que cumplir algunas normas, como que los perros tienen que entrar obligatoriamente con correas para evitar las peleas y que si son hembras no pueden ingresar en celo por un tema de higiene.
Dentro de la confitería existe una pequeña tienda para comprar artículos caninos y algún souvenir de este lugar especial.
En la estadounidense Florida, el The Flying Dog Café ofrece, además de buena comida para el perro y deliciosas variedades de café y té para el dueño, lecturas de poesía, muestras musicales y otros espectáculos de arte para que ambos disfruten de un momento entretenido.
Mientras tanto, en Santiago de Chile, lugares como Tomyto ofrecen desde disfraces para las mascotas y accesorios especiales hasta una cafetería donde hay tortas, sándwiches y galletas.
Una industria que crece
Cada vez son más los artículos destinados para las mascotas, los que muchas veces rayan en lo absurdo y en gastos realmente importantes pero que no han disminuido ni con la crisis financiera que afecta al mundo. Obviamente, los países desarrollados son los primeros en la lista de clientes.
Se compran desde cajas de arena para gatos, autolimpiables con forma de inodoro, hasta carritos de golf para lanzar pelotas de tenis a los perros, entre otras extravagancias. Mantener un animal, en Europa por ejemplo, ronda los 500 euros. Esta cantidad no es igual para todos, oscila entre los 270 euros que se gastan unos a los 1.300 que pueden llegar a gastarse otros.
Según el New York Times, la industria de las mascotas está creando un verdadero emporio comercial y pronto veremos grandes superficies dedicadas exclusivamente a ellas, a las mascotas.
Un reciente informe sobre la industria dedicada a las mascotas reporta que aunque las personas han hecho recortes en sus gastos de consumo, sus cuadrúpedos siguen siendo una prioridad. El reporte muestra que el gasto total en mascotas el año pasado alcanzó los 43.000 millones de dólares, sin descenso en ninguna categoría desde 2007. Y mientras que la mayoría de los sectores de venta minorista está luchando para sobrevivir, la industria de las mascotas continúa mostrando resistencia.
“Los consumidores consideran a las mascotas como parte de su familia y están dispuestos a sacrificar cosas personales antes de economizar con sus cuadrúpedos”, explica Bob Vetere, presidente de la Asociación Americana de Productos para Mascotas (APPA).
En el Reino Unido por ejemplo, el gasto en animales domésticos está por las nubes. Los propietarios de mascotas en ese país gastaron cerca de 85 millones de libras (150 millones de dólares) en regalos de Navidad para sus mascotas, según el periódico Scotsman. La cifra viene de una encuesta llevada a cabo por Churchill Insurance.
Y para los propietarios que planean salir de vacaciones, siempre está la opción de un hotel para mascotas. En Japón se ha abierto recientemente un hotel de cinco estrellas para animales, informaba el periódico británico Guardian.
Localizado en el aeropuerto Narita de Tokio, el Pet Inn Royal tiene 170 habitaciones así como jaulas para los presupuestos más bajos. Están disponibles servicios veterinarios y de entrenamiento así como un campo de ejercicio y el personal que cuidará las mascotas 24 horas al día.
La tarifa por una jaula estándar comienza en los 4 mil yenes (34 dólares) por noche, elevándose a los 20 mil yenes (170 dólares) de una suite de lujo --cerca del doble del precio de una habitación de un hotel medio para humanos, observaba el Guardian--. Todas las habitaciones tienen aire acondicionado y purificadores. Según el reportaje, Japón tiene cerca de 19 millones de mascotas --más que el número de niños con menos de 15 años-- y la industria del cuidado de mascotas está valorada en cerca de los 8.800 millones de dólares al año.
También se está gastando mucho dinero en el cuidado médico de mascotas. En Australia, algunos propietarios tienen ahora la oportunidad de utilizar la primera máquina de resonancia magnética para mascotas del país, informaba el 20 de octubre el periódico de Melbourne, Herald Sun.
Los honorarios de veterinarios también suben una media del 12 por ciento al año, y los costes del seguro están subiendo, según el periódico británico Telegraph. Las primas para perros van de 50 a 500 libras (88 a 881 dólares) al año, dependiendo de la raza y la edad del animal y del nivel de cobertura.
Los gatos también son costosos. El Telegraph citaba una encuesta de la Royal Society for Prevention of Cruelty to Animals, que mostraba que el coste de poseer uno es un gasto de cerca de 9.500 libras (16.800 dólares).
Y los gastos van a subir, conforme aparecen tratamientos cada vez más sofisticados. Darrell y Nina Hallett del estado de Washington, por ejemplo, gastaron 45 mil dólares en un transplante de células madre para su golden retriever, informa Associated Press. El tratamiento fue por un cáncer. La pareja dedicó meses a buscar parientes sanguíneos del perro para encontrar donantes.
Los contrarios a esta tendencia dicen, con razón, que es inhumano que se gaste tanto en mascotas cuando hay niños y ancianos que apenas sobreviven y que mueren de hambre. Sin embargo, el crecimiento de la industria para mascotas demuestra que, para muchos, lo más importante en la vida son sus “mejores amigos”. (Con datos de Inspiración, Blogpet)
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