El último ataque del perro “Max” fue realizado el 17 de octubre a un transportista al cual le rompió el pantalón, éste realizó la denuncia contra el animal y de esa manera lo sentenció a muerte.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de Quillacollo, Marco Miranda, acompañó el operativo encabezado por Zoonosis para impedir que los propietarios del can se nieguen al sacrificio del animal.
La autoridad policial señaló que el perro tuvo que ser sacrificado con una dosis que se le aplicó tres veces ante la mirada y el llanto de sus propietarios.
La pareja de “Max” también será sacrificada luego que nazcan sus crías, puesto que las autoridades de Zoonosis aseguran que los propietarios negocian con estos animales
ANTECEDENTES Max es el can que en agosto también atacó a un albañil en la zona de Sumumpaya dejándolo muy malherido y con el riesgo de perder el brazo izquierdo, motivo por el cual tuvo que ser internado en el Hospital Viedma y fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas.
Unos meses después el mismo perro también atacó a una niña a la cual le mordió en la pierna.
Los vecinos de la zona de Sumumpaya pidieron, por seguridad, que no existan más perros de esta raza en la zona.
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