Tomando en cuenta que el gato es un animal territorial, difícil de adiestrar, asustadizo, huraño y escurridizo, se debe tener más cuidado cuando tenga que adaptarse a una nueva casa en el momento que la familia se mude, pues con facilidad el minino podría escapar para siempre si no encuentra seguridad y confianza en el nuevo espacio.
Mientras la veterinaria María René Zelaya asegura que no es cierto que los gatitos se acostumbran a un mismo ambiente y que pueden adaptarse a cambios con mucha facilidad, su colega Sergio Cuenca considera que éstos se aferran al olor, la forma y hasta a la luz de un ambiente. “Si vas a trasladarte de casa debes esperar por lo menos tres semanas para que empiece a conocer, olfatear y, sobre todo, a acostumbrarse a su nuevo hogar sin ningún temor”.
En caso de que el gato sea macho y no esté castrado, hay más posibilidades de que opte por abandonar la casa y, una vez que lo haga, será imposible que retorne. En cambio, con una hembra no hay tanto riesgo. “Sólo se le debe tener paciencia, no cambiar la funda del sillón en la que se recostaba, mantener su mantita sin lavarla para que tenga su olor y no dejarla sola al menos los primeros días”, agrega Cuenca.
“Los gatos se estresan con mucha facilidad. El solo hecho de sacarlos a la calle cuando no están acostumbrados y exponerlos a la bulla es traumático para ellos”, describe Zelaya. Por eso, aconseja trasladarlos de un lugar a otro en una canastilla plástica, con su mantita y una tapa segura para que no escape.
Cuenca sugiere no cambiar la arena o el aserrín que tiene el gato en su caja, por más de que esté sucia, y llevarla así a la nueva casa para que continúe utilizándola unos días más. “Esto le ayudará a no tener que experimentar tantos cambios juntos”.
Mantener las puertas y ventanas cerradas servirá para evitar que huya. Si se esconde bajo la cama o mueble, no te preocupes, que saldrá en algún momento en busca de alimentos y se acomodará al cambio. Dale tiempo para que se acostumbre a su nuevo hogar.Si vas a viajar, lo mejor es dejarlo en tu casa y pedirle a algún amigo que controle su dispensador de agua y comida para que no le falte nada.
Fuente: Sergio Cuenca y María René Zelaya, veterinarios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario