Si notamos que nuestro gato va con más frecuencia a orinar, que pasan más tiempo tratando de eliminar, o incluso que lo hacen fuera de su caja de arena (y sabemos lo cuidadosos y aseados que son los felinos respecto a esto); pueden ser señales de una cistitis.
Es una inflamación que empieza en la pared vesical y se extiende a la uretra; en el exterior se puede notar hematomas y algo de sangre en la orina. Este problema puede ser muy doloroso para nuestra mascota, por lo que seguramente notaremos su fastidio.
Es muy importante también saber cuáles son las causas de una cistitis y saber cómo prevenirla. Hay algunos factores de riesgo físicos como el sobrepeso, la castración o una caja de arena que no esté limpia como debería; pero además, estos es algo que no todos saben, hay factores externos y de estrés que pueden ocasionar la cistitis.
Como la llegada de un nuevo miembro a la familia, específicamente de un perro o un bebé, el no tener un espacio adecuado para que nuestro gato juegue o corra, el hecho de que otros gatos anden por el exterior de la casa.
Nuestra mascota debe tener una alimentación adecuada, combinando pienso seco con otro húmedo de vez en tanto. Igual de importante es asegurarnos de que cuentan con un ambiente adecuado y tratar de relajar y calmar esos momentos de estrés inevitables, en especial si estamos hablando de un felino particularmente nervioso.
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