Cada mes se registran dos o tres casos de equinos que sufren accidentes, pues suelen ser atropellados por vehículos motorizados, o que por exceso de carga caen desfallecidos.
El viernes en la esquina de las calles España y Junín quedó en el piso una yegua que no aguantó el peso del carro que jalaba. Al día siguiente, en la avenida Ovidio Barbery, un carrito fue a parar al canal de drenaje por mala maniobra del jinete que estaba ebrio, que al tratar de sacar a los animales con correas los torturó.
Acciones a seguir
La abogada y activista por los animales Eliana Torrico criticó a la comuna por no sacar de circulación los carritos para que sean cambiados por triciclos con chata para que los propietarios tengan un medio de ganarse la vida. “En los barrios alejados es común ver cómo los caballos son abandonados, es decir, los usan hasta que los acaban”, anotó.
Sandro Fernández, de la Sociedad Protectora de Animales y del Medioambiente (Soprama), pidió ayer a la presidenta del Concejo, Angélica Zapata, que se regule el servicio de los carritos tirados por caballos donde no se los sobrecargue y que sean convertidos en vehículos de turismo.
Por su parte, Zapata indicó que la próxima semana se tratará una ley municipal contra el maltrato de animales.
Pese a que hace seis meses los carritos fueron regulados en el Plan Tres Mil por el jefe policial Freddy Meneses, donde a los conductores de tres asociaciones se los identificó y se puso placa a los carros, han aparecido nuevas unidades. “Debe haber batidas de Tránsito para evitar que los conductores manejen ebrios”, dijo
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