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martes, 15 de febrero de 2011

Una veintena de pingüinos provenientes de la Patagonia y rescatados en julio pasado en playas de Rio de Janeiro fueron enviados a California, donde harán parte de una exposición sobre los efectos del calentamiento global del que son víctimas, según científicos. "Han llegado en buen estado en la noche del sábado a Los Angeles (California, oeste de EEUU), donde permanecerán en cuarentena antes de ser situados en un acuario en Monterrey Bay", dijo el martes a AFP la especialista Giselda Candiotto, directora del zoológico de Niteroi desde donde salieron los animales. En su nuevo hábitat dotado de instalaciones adecuadas, los pingüinos de Magallanes disfrutarán de temperaturas más amenas que los 40 grados centígrados en el verano brasileño. Los pingüinos que se reproducen en enormes colonias en el sur de Argentina y Chile dejan esa región para migrar hacia el norte entre marzo y septiembre, siguiendo los bancos de peces. La mayoría de los pingüinos que llegan a las costas brasileñas acaban muriendo. En 2010, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) creó un proyecto nacional de vigilancia de pingüinos para identificar las causas de la llegada en masa de esos animales a las costas brasileñas.

Una veintena de pingüinos provenientes de la Patagonia y rescatados en julio pasado en playas de Rio de Janeiro fueron enviados a California, donde harán parte de una exposición sobre los efectos del calentamiento global del que son víctimas, según científicos.


"Han llegado en buen estado en la noche del sábado a Los Angeles (California, oeste de EEUU), donde permanecerán en cuarentena antes de ser situados en un acuario en Monterrey Bay", dijo el martes a AFP la especialista Giselda Candiotto, directora del zoológico de Niteroi desde donde salieron los animales.


En su nuevo hábitat dotado de instalaciones adecuadas, los pingüinos de Magallanes disfrutarán de temperaturas más amenas que los 40 grados centígrados en el verano brasileño.


Los pingüinos que se reproducen en enormes colonias en el sur de Argentina y Chile dejan esa región para migrar hacia el norte entre marzo y septiembre, siguiendo los bancos de peces. La mayoría de los pingüinos que llegan a las costas brasileñas acaban muriendo.


En 2010, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) creó un proyecto nacional de vigilancia de pingüinos para identificar las causas de la llegada en masa de esos animales a las costas brasileñas.

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