Los pingüinos Emperador sobreviven el invierno antártico acurrucándose unos junto a otros en grupos compactos, pero los investigadores siempre se habían preguntado cómo era posible que los animales en la parte externa de estas formaciones no murieran congelados.
Un video grabado con la técnica “time lapse” muestra que la colonia no está inmóvil, como se pensaba, sino que las aves se mueven periódicamente en verdaderas "olas mexicanas", cambiando la estructura del grupo.
ACURRUCADOS
La filmación fue realizada en la Antártida, donde en invierno las temperaturas alcanzan los 45 grados bajo cero y los vientos a más de 180 kilómetros por hora.
Los Emperador son la única especie de pingüino que se reproduce en el invierno antártico. Los machos se apiñan no sólo para mantener su temperatura, sino para incubar los huevos. (Las hembras van al mar para alimentarse luego de poner sus huevos y una vez que nace la cría los padres se turnan para cuidarla).
Los científicos pensaban antes que los grupos eran tan compactos que moverse en ellos era imposible.
"Los pingüinos tienen que acurrucarse para no perder energía", dijo Daniel Zitterbart, uno de los autores del estudio. "Si no se aprietan unos con otros se congelan, pero si se apiñan demasiado no pueden moverse".
COORDINACIÓN
Varias cámaras captaron imágenes de la colonia cada 1,3 segundos durante un período de varias horas.
"La colonia estaba quieta gran parte del tiempo, pero cada 30 ó 60 segundos un pingüino o un grupo de pingüinos comenzaba a moverse apenas", explicó Zitterbart.
Algunas de las aves al frente del grupo comienzan a moverse hacia la parte posterior y en varias horas logran desplazarse hacia el interior del grupo para mantener su temperatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario