El estudio, realizado por la Universidad Duke (EEUU) y la organización International Fund for Animal Welfare (IFAW), señala que la superficie de hielo en el norte del océano Atlántico se ha reducido un 6% por década desde 1979.
Las focas arpa utilizan las placas de hielo que se crean en la costa este de Canadá para parir sus crías en febrero y marzo, pero la escasez de hielo ha supuesto un dramático aumento de la mortalidad de estos mamíferos marinos.
David Johnston, investigador de la Universidad de Duke, dijo “esencialmente todos los cachorros mueren” en los años en los que hay poco hielo en el océano.
IFAW, creada hace más de 40 años para luchar contra la caza comercial de focas en Canadá y que cada año organiza campañas de protesta por la práctica, dijo a través de un comunicado que el estudio demuestra que las focas arpa necesitan “más protección que nunca”.
Cada año, Canadá autoriza a los cazadores de foca del país la captura de unos 300 mil animales para vender sus pieles en los mercados internacionales.
Canadá considera que la población de focas en la costa Atlántica del país no está en peligro y que su caza es fundamental para la supervivencia de las comunidades pesqueras del este del país.
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