Una investigación, dirigida por Jagmeet Kanwal, de la Universidad de Georgetown, y publicada en la revista �European Journal of Neuroscience�, ha revelado que los murciélagos pueden emitir y recibir las señales que les permiten orientarse en el vuelo mientras atienden a lo que tratan de comunicarles sus congéneres.
Los científicos escogieron a los murciélagos para comprender el funcionamiento de los cerebros �multitareas� porque son animales capaces de orientarse mediante un sónar biológico, por el que emiten ultrasonidos y recoge el eco de los objetos que hay alrededor, amplificándolo dentro de su organismo. Además, hacen sonidos con mensajes del tipo: "retroceda", "tenga cuidado", "por favor" o "te quiero".
En su trabajo, Kanwal demuestra que los circuitos neuronales en los dos hemisferios cerebrales les permiten �navegar�, mirar a su alrededor y, además, charlar con los compañeros. Para ello, insertó un alambre de tungsteno fino (como un pelo humano) en los cerebros de ejemplares despiertos y luego les hizo escuchar señales de �ecolocalización� y mensajes que previamente había digitalizdo.
Con una resonancia del cerebro fue registrando la actividad de sus neuronas. Al estudiar los registros descubrió que las neuronas de la corteza cerebral derecha respondieron con más fuerza a los sonidos de �ecolocalización� que a los mensajes, mientras en el hemisferio izquierdo ocurría lo contrario.
Especialización neuronal
Kanwal separó los sonidos del �ecolocalización� en dos partes (el eco saliente de de la señal y de la vuelta). Las neuronas en ambos lados del cerebro respondieron con igual intensidad en los dos casos y mucho peor con cada parte por separado, lo que indica su especialización funcional para no chocarse en la oscuridad. Las neuronas en el lado izquierdo del cerebro (y no la derecha) mostraron similar especialización para las llamadas sociales.
Kanwal afirma que este funcionamiento, en los seres humanos, es similar, lo quepermite reconocer las combinaciones de los fonemas (unidades de discurso) como sílabas o palabras. "Las dos mitades de la corteza cerebral están unidas con �alambre� diferente, lo que hace que una parte sea más eficaz que otra en los discursos comunicativos", afirma Kanwal en �New Scientist�.
El investigador considera que entendiendo la base neurológica del discurso se puede ayudar a aliviar déficits de la comunicación en algunos niños que tienen dixlesia y reparar fallos en la comunicación verbal. "Hasta ahora no se ha podido estudiar al detalle las neuronas implicadas en este proceso", señala. Por ello, concluye, es tan importante examinarlas en un mamífero no humano.
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