Cuando un perro mueve la cola, lo interpretamos como un signo de alegría y felicidad. Sin embargo, un grupo de científicos de la Universidad de Trento (Italia) ha descubierto que el balanceo de su apéndice también puede ser una señal de tristeza y que además la diferencia reside en el lado hacia el que se inclina el movimiento. Si éste se inclina a la derecha se trata de una emoción positiva, y si lo hace a la izquierda, de una negativa.
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