Madurez. La psicóloga Lorena Gutiérrez indicó que cuando se establece una relación amorosa, si él o ella tiene un cierto grado de madurez va a tratar de aceptar que su pareja le guste la mascota. "Si la ama va a aprender a ser feliz con lo que a su pareja le gusta, eso es el verdadero amor, dar y ceder".
'Mi pareja no lo acepta'. Si a tu media naranja no le agrada por nada del mundo tu mascota, él o ella es una persona egocéntrica y solo vela por su propio interés, comentó la profesional. Además apuntó que "ahí me daría cuenta que esa persona no está preparada y no tiene ni idea lo que conlleva un matrimonio, para casarse hay que tener madurez y esto dice mucho de una persona", acotó.
Problema. Si a uno de los dos no le gusta las mascotas y aún así se casaron porque él o ella decidió aceptar a ese "animalito", "al principio pueden surgir problemas y dificultades, pero con el tiempo va a llegar a aceptarla como parte de la familia, todo depende de la madurez", remarcó la profesional.
Negociación. El psicólogo Eduardo Sánchez sostuvo que en la relación tiene que haber varios procesos de negociación, como el espacio personal, la economía, espacio de plantas o mascotas, este último punto tienen que conversarlo. Si tu pareja es alérgica, es mejor que empieces a pensar qué vas a hacer con tu mascota, pero si solo es porque no le gusta tiene que ceder y aceptar. Por ello el que ama a la mascota debe buscar un lugar en la casa, donde no moleste a su pareja y además debe hacerse cargo de su alimentación, limpieza y afecto.
Decisión. Sánchez explicó que si decides separarte de la mascota, lo aconsejable es que busques algún familiar para que lo cuide y pueda ir a visitarlo cuando lo desee, así no te alejarás "tanto" de ese animalito.
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