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domingo, 28 de junio de 2015

Un nuevo caso zoofilia se registró en la ciudad de Tarija.



Un nuevo caso zoofilia se registró en la ciudad de Tarija. El sujeto que fue sorprendido por sus vecinos fue llevado por efectivos de la Policía Boliviana y tras ocho horas de arresto fue liberado.

Este caso poco común se suscitó en el barrio Avaroa, según versiones del presidente de la Sociedad Protectora de Animales Tarija (SPAT), Gonzalo Torrez, su persona tomó conocimiento del caso un día después de registrarse el hecho.
De acuerdo a la información que recibió el activista, el sujeto durante varios días consecutivos metía al animal a su habitación y los otros inquilinos de la vivienda no sospechaban tal situación. Hasta que una noche la perrita comenzó a gritar y los vecinos desde el segundo piso observaron al individuo totalmente desnudo y el can atado a la cama.
“Él estaba desnudo y la perrita atada a la cama, los vecinos llegaron a ver que la estaba violando –dijo Torrez–. Los vecinos llamaron a la Policía y ésta llegó rápidamente, ellos tocaron la puerta y demoró en salir como cinco minutos y fue llevado detenido”.
Torrez lamentó que tan sólo se le haya detenido por ocho horas y luego liberado. Recordó que este es un delito penado por la Ley 700 “Defensa de los animales contra actos de crueldad y maltrato”.
La presidenta de la Fundación Amor Por Los Animales (APLAB), Ana Serrano, se refirió a este hecho y dijo que es un claro ejemplo de lo mal que fue redactada la Ley 700. “En uno de sus artículos dice que está prohibido el uso de animales para actos sexuales y la sanción para esto es seis meses a un año de cárcel –manifestó Serrano–. Pero en Bolivia existe el derecho al indulto, nadie puede entrar a la cárcel cuando la sanción es menor de tres años y el acusado puede pedir medidas sustitutivas”.
Torrez lamentó que los efectivos policiales desconozcan la existencia de la Ley 700. Pese a eso se intentó sentar la denuncia y según el activista dieron a entender que ya era difícil dar con el animal como prueba de lo sucedido.
“Sabemos que el señor este hizo desaparecer a la perrita –dijo Torrez–. Creo la justifica debe ser más ágil para este y otros casos”.
Serrano agregó que las personas zoofílicas no pueden entrar a la cárcel, porque son consideradas como enfermos mentales, razón por la cual se colocó en la Ley la frase “quien use animales para actos sexuales” y no así la palabra zoofilia.
Este tipo de hechos no es el primero que se reporta en Tarija. En 2011 activistas recibieron una llamada de un vecino de la zona Las Panosas, quien creía que una perrita estaba atropellada en las puertas del Seduca. Sin embargo, en las revisiones que se le realizaron a la mascota, no se verificaron signos de un atropello, al contrario se encontró que tenía lesiones ocasionadas por abuso sexual.
En otra ocasión se procedió al rescate de una perra que estaba siendo abusada por dos personas en estado de ebriedad en inmediaciones del parque Bolívar, si bien el hecho fue encontrado en flagrancia no se sancionaron a los culpables, porque no en ese entonces no estaba vigente la Ley 700.
Pese a las observaciones de los activistas que trabajan a favor de los animales, el presidente, Evo Morales, en fecha 1 de junio promulgó tal cual la Ley 700 sin considerar las observaciones.
La Ley tipifica el biocidio (matanza con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal) en el Código Penal y lo sanciona con privación de libertad de dos a cinco años. La pena se agrava si se mata a más de un animal.
El documento establece que las sanciones se aplican cuando una persona mate con saña, cause sufrimiento grave y/o dañe total o parcialmente la fisonomía u órgano de un animal. También castiga al que los utilice en cualquier práctica sexual. El primer proyecto establecía reclusión de seis meses a un año, pero los diputados lo modificaron a dos y cinco años. Pese a estar aprobada y promulgada las observaciones suelen ser constantes, ya que se demanda una norma más drástica para poner fin al maltrato animal.

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