Pese a los anuncios de que se aplicaría multas que van desde los Bs 80 hasta los 2.000 en caso de que los canes lleguen a morder algún transeúnte, la conducta no se modifica generando riesgos incluso para los mismos animales, quienes llegan a ser atropellados o son infectados por alguna enfermedad que genera peligro para su vida y la de sus propietarios.
Durante esta gestión, se han registrado 170 denuncias de mordedura de canes domésticos, donde la mayoría tiene como víctimas a menores de edad quienes son los más vulnerables cuando los perros callejeros, pese a tener dueños, permanecen en la calle todo el día e incluso parte de la noche, aspecto que debería conmover a los propietarios porque son animales que deben buscar su comida, refugio o agua en las calles.
“De todos los casos denunciados sólo se identificó un caso con rabia canina antes de la campaña de vacunación, aspecto que nos permitió controlar dicha enfermedad antes de que la misma pueda diversificarse a otros distritos”, explicó Calle.
ABANDONO
La conducta de los propietarios de abandonar a sus perros en vía pública, si bien se da con mayor frecuencia en las zonas periurbanas y rurales, los distritos urbanos tampoco modifican su conducta, por lo que se logró determinar que el 50% de los propietarios abandonan a sus mascotas en las calles de la urbe alteña.
Para el Municipio, una de las posibles soluciones que pueden lograr ante el abandono de los animales domésticos en las calles es la posibilidad de que los mismos sean recogidos y entregados a albergue a ser construido el 2016 donde los dueños deban no sólo identificar a sus mascotas, sino firmar un compromiso de no abandonar a sus perros en las calles, de lo contrario se aplica una multa económica ante el abandono permanente de sus animales, explicó Calle.
PROPIETARIOS
En un recorrido por parte de EL DIARIO por diferentes sectores de la ciudad, entre ellos la avenida Juan Pablo II y las inmediaciones de la Universidad Pública de El Alto (UPEA), se evidenció la presencia de tres grupos de perros callejeros los cuales no sólo se acercaban a los puestos de comida ubicados por inmediaciones de la mencionada casa de estudios superiores sino en toda la avenida principal.
Uno de los perros fue llamado por su nombre por su propietaria y cuando esta fue consultada sobre el por qué deja a su perro en la calle, la respuesta fue escueta y fue brindada mostrando la molestia de la misma.
“Pero mi perro no está haciendo nada, sólo un rato salió y ya está acostumbrado, no muerde a nadie es manso”, indicó
Ante esto, se le consultó a la aludida si toma en cuenta que puede ser mordido por otro perro que este enfermo sin embargo solamente dijo “sí, pero él está vacunado”. Esta fue la respuesta sin darse cuenta que la vida de la propietaria y su familia puede estar en riesgo en caso de que algún perro infectado muerda al suyo y transmita no sólo la rabia, sino otras enfermedades que afecta al ser humano.
Mientras que los vecinos del sector Norte ven como “natural” la presencia de perros callejeros, ante lo que indican que es normal que la gente que es propietaria de animales siempre está descuidando su responsabilidad abandonándolos, casi todos los días en la calle, porque tienen la costumbre incluso de construir la casa del animal en la puerta de calle y se mantienen, donde el animal debe enfrentar las inclemencias del tiempo en una ciudad de cambio de temperaturas extremas.
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