El año pasado, Liz (62) y Ian (66) Finlay se llevaron el susto de la vida, cuando su gato Nutmeg (nuez moscada) debió ser internado en la veterinaria. El minino, que llegó a los 5 años, y los ha acompañado por 26, podía estar despidiéndose de ellos para siempre. “La veterinaria nos dijo que quizás teníamos que considerar dormirlo y habíamos decidido que si tenía que morir, sería con nosotros, en la casa”, recordó Liz. /EMOL
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