¿Qué es un juguete y qué es una mascota? Es lo que debemos preguntarnos siempre, antes de decidir adoptar un perro o gato para nuestros hijos.
Con un juguete nuestros hijos pueden dejarlo y manejarlo a su antojo, pero con una mascota la responsabilidad es diferente.
Desde que nuestros hijos son muy pequeños deben aprender la diferencia muy grande que existe entre una mascota y un juguete, la responsabilidad que significa adoptar un perro o un gato; esto hará que sean adultos responsables y respeten a los animales y a la naturaleza.
A menudo vemos que padres entregan a sus hijos animales para que sean parte de su vida, pero siempre debemos aclarar que no son juguetes.
Dónde queda la responsabilidad nuestra como padres, si en un momento dado los niños fastidian, maltratan a un perro o gato, y nosotros simplemente no corregimos esa actitud. ¿De quién es la culpa entonces si su mascota, cansada de que los niños le halen, las orejas, las patas, la cola o en ciertos casos también lo acosen con golpes, con palos, o se acerquen a su alimento, reaccionen gruñendo o hasta llegando a morder?
Debemos ser conscientes de lo que hacemos, y cómo educar al respecto a nuestros niños, ya que la gran mayoría de las veces quien carga la responsabilidad, es el que menos culpa tiene, en este caso la mascota, siendo esta apartada a un lugar "seguro", abandonada, o regalada.
Antes de adoptar una mascota es muy importante poner en claro, sobre todo a los niños, el respeto por la nueva vida que llega a nuestro hogar y está bajo nuestra responsabilidad, que será nuestro compañero y amigo, que no es un objeto que se puede desechar cuando ya no nos gusta o nos cansamos de él.
Recordemos siempre que a un niño pequeño, no debemos dejar sin supervisión mientras interactúan con los animales.
Recordemos que más que una distracción, una mascota es parte de la familia, con derechos y obligaciones, eso forma parte de la interrelación personal, los deberes que deben asumir nuestros hijos y a futuro ser más responsables no solo con los animales sino con todo su entorno, respetar a los demás en su verdadera dimensión.
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