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viernes, 22 de abril de 2016

Zoonosis sospecha Canes fueron envenenados con órganos fosforados

Funcionarios de la Dirección Municipal de Zoonosis informaron ayer que los canes hallados muertos el miércoles pasado fueron envenenados con raticida o estricnina.

De acuerdo con la declaración del jefe de la mencionada dependencia, Rolando Yujra, la toxina fue repartida en carne molida e intestinos de res, desde las 20.00 horas del pasado martes.

INVESTIGACIÓN

La Dirección de Zoonosis efectuó la necropsia a algunos de los canes asesinados el pasado miércoles, por lo que se sospecha de los mencionados órganos fosforados, sin embargo, aclaró que la conclusión final será dada a conocer el próximo lunes, luego de otros análisis de laboratorio.

Yujra señaló que luego de las pericias que se han realizado a los canes que aparecieron muertos en las calles y dentro del domicilio de sus propietarios se determinó que las mascotas fueron encontradas muertas tres o cuatro horas después, posiblemente entre las 11.00 del martes y 01.00 del miércoles. No se descarta que los animales hubieran agonizado durante el tiempo en el que retornaron a sus hogares.

“Luego de las investigaciones que se han efectuado junto a los propios vecinos propietarios de estos canes, se dijo que era raro que todo estuviera en silencio, porque generalmente, por el relato de los vecinos, siempre se escuchaba el ladrido de sus perros. Cuando se dieron cuenta de lo que había pasado, muchos de los canes ya estaban muertos y algunos de ellos se encontraban agonizando, por eso es que se ha podido establecer que el hecho fuera entre esas horas”, explicó el funcionario.

El funcionario manifestó que la toxina fue repartida en carne molida e intestinos de res, además, los antisociales hicieron reventar petardos como alerta de la cruel matanza.

Asimismo, dijo que varios vecinos del sector expresaron su preocupación ya que, además de la crueldad con la que fueron eliminados los perros, las paredes de algunos domicilios aledaños fueron marcadas con distintas señales, presumiblemente, hechas para identificar a las propiedades más propensas a robos.

“Un equipo de cinco técnicos de Zoonosis, representantes de la Subalcaldía (Distrito 8) y vecinos de esa jurisdicción, estamos coordinando tareas para buscar otros elementos que ayuden a identificar a los responsables del hecho, para que las autoridades competentes procedan a las sanciones que correspondan de acuerdo a ley”, acotó Yujra.

LABORATORIO

De acuerdo con el funcionario municipal, los análisis a los perros envenenados se realizan con la participación de laboratorios externos a su dependencia, debido a que el Gobierno Municipal no cuenta con un laboratorio para verificar la sustancia que fue utilizada para la eliminación de estos canes. Ante esto, aclaró que los resultados serán conocidos recién en cinco días.

“Lamentablemente, nosotros no contamos con un laboratorio para poder determinar qué sustancia química ha sido utilizada para eliminar a estos perros, ni siquiera Inlasa puede hacer este trabajo, por lo que estamos recurriendo a laboratorios particulares, los cuales nos han informaron que por lo menos en cinco días nos harán conocer el resultado”, explicó Yujra.

A pesar de esto, Zoonosis confirmó que los canes fueron asesinados con raticida o estricnina.

SANCIONES

En cuanto a las sanciones que se pueden dar a los culpables, recordó que se encuentra vigente la Ley 700 de Defensa de los Animales contra Actos de Crueldad y Maltrato, establece la privación de libertad de dos a cinco años “a quien matare con ensañamiento o con motivos fútiles a un animal”, además, establece la agravación del crimen en un tercio en caso de matar a más de un animal.

“La Ley es clara, por eso recomendamos a los vecinos alteños que cuiden a sus mascotas, que no las dejen abandonadas en las calles, los animales tienen derechos y merecen ser tratados como seres vivos”, afirmó Yujra.

Por otra parte, con la finalidad de evitar un foco de infección, el Director de Zoonosis recomendó que al enterrar a los canes se eche cal en los sitios de sepultura, debido a que muchos vecinos, por creencias personales, prefieren enterrar a sus mascotas en el patio de sus hogares o algún lugar cerca de los domicilios.

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