Su colega Gustavo Villarroel explica que es importante conocer la anatomía de las mascotas y saber que las uñas de los perros tienen irrigación y terminaciones nerviosas, por lo que al cortarlas es necesario tener sumo cuidado para no dañarlas. “Cuando son blancas es fácil diferenciar la pezuña del nervio que presenta un color rosado, esta área jamás se debe cortar”. Pero, cuando son negras es difícil notar la diferencia, por lo que es recomendable “hacer presión en las almohadillas de sus patas y cortar o limar solo las puntas”.
Luego de este primer paso de la “paticura” de tu mascota no se te ocurra pintarlas. Ambos profesionales coinciden en que el pintado de las uñas en las perritas es dañino para su salud, ya que los esmaltes son tóxicos.
Por otra parte, es importante considerar que las garras de los animales pueden presentar algunas patologías. De la Peña enumera dos de las más comunes: “las infecciones fúngicas y la onicomicosis, que es la presencia de hongos que debilitan la uña y ésta parece descamarse. Sin embargo, un tratamiento oportuno pone remedio al problema”.
Otra señal de alerta que apunta Villarroel es cuando las pezuñas se engrosan, pues puede tratarse de una infección. “Si esto sucediera, se debe desinfectar el área y ponerle un vendaje para que la situación no empeore y llevar de inmediato al can a un veterinario para que le haga una correcta curación con los medicamentos adecuados según el caso”, advierten los profesionales.
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