Llegas a casa y descubres que tu mascota te dejó un regalo mojado y apestoso sobre tu cama. No sabes qué le sucede y, a pesar de que lo reprendes continúa orinando tu cubrecama.
La veterinaria Jeniffer Solis indica que esta práctica puede tratarse de un desorden conductual. Es decir, un mal hábito que si prosigue, será difícil de corregir.
Por otra parte, su colega Mariana de la Peña, alerta que puede tratarse de alguna enfermedad. “Cuando el animal de compañía orina la cama de sus dueños puede ser por incontinencia física patológica, micciones involuntarias por factores de edad o por algún problema de salud como descenso de vejiga, cistitis u otras patologías”.
Si uno de estos últimos fuera el diagnóstico, entonces el especialista de confianza debe indicar el tratamiento adecuado para el peludo. Pero, si goza de buena salud es que se trata de una mala conducta. Esto puede explicarse por factores como marcar el territorio o porque siente celos o tal vez, quiere ser el alfa de la casa.
Para corregir este proceder, De la Peña aconseja educarlo con correctivos como golpear un periódico en el suelo, reprenderlo con frases cortas y voz firme, palmadas o chasquidos. El cariño también cuenta. Hazle sentir que no será reemplazado por lo que no necesita marcar terreno. Dale amor y tiempo con caricias y juegos.
El portal facilísimo.com aconseja que para que un perro deje de orinar en la cama del dueño, no se debe dejar que duerma en ella. El can debe tener otra área, su propio nido o una casita.
También recomiendan que como amo, comas siempre antes que tu perro y que no le des nada en ese momento. Otra buena idea es que cuando salgas de casa, vayas tú primero. Y, en un paseo, tu acompañante debe ir a tu lado, ni delante ni detrás. La idea en todos estos casos es que sepa que tú eres quien manda.
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