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viernes, 8 de febrero de 2013

Petardos, el terror de los perros

Es pleno Martes de Ch’alla y tu mimado ya se metió bajo de la cama porque los petardos y cohetillos no dejan de reventar. El pobre está estresado y, aunque le muestres un tremendo filete, no habrá poder culinario ni humano que lo saque del hueco donde se metió para esconderse.

Según el veterinario Sergio Cuenca, “es normal que se estresen. Se debe a que los perros tienen el sentido del oído muy de-sarrollado y los ruidos estruendosos de estos fuegos artificiales los alteran”.

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“Mi perro es un pastor alemán de cinco años y se muere cada vez que escucha un petardo, se mete debajo de la cama y llora”, cuenta muy preocupado Alejandro Cáceres. Su perro Enzo puede ser muy bravo, pero este tipo de festejos como Carnaval y fin de año le afectan demasiado.

Por eso, algo importante es dejarlo en un cuarto que esté lo más alejado posible del ruido de estas fechas. “No deben amarrarlo porque esto los pone más nerviosos y pueden lastimarse”, asegura Cuenca.

Este problema es psicológico, según el especialista en animales, porque conoce de otros perros que “por una cuestión de territorialidad se atreven hasta a apagar los cohetillos”.

No es una cuestión de raza o tamaño. Sin embargo, si tienes un ejemplar que se muestra demasiado ansioso puedes optar por tranquilizantes. Hay una gama en el mercado y todos contienen un componente esencial, la Acetromacina, que calma esos nervios de punta.

“Se aplica mediante gotas, tres gotas por cada kilogramo. Debe hacerse una media hora antes de que se desee el efecto en nuestra mascota”, recomienda Cuenca. Este tranquilizante está disponible en las farmacias veterinarias y cuesta Bs 48.

El efecto es como su nombre lo dice, tranquilizante, así que no te preocupes de que se vaya a quedar dormido. Eso sí, debes tener cuidado si tu perro sufre de algún problema cardiaco, por ello siempre mejor consultar con el especialista antes de dosificar un medicamento.

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