Los cetáceos integraban un grupo mayor formado por unos 46 ejemplares, también llamadas falsas orcas, que habían quedado atrapadas en la playa de Caleta Susana, unos 90 kilómetros al norte de Punta Arenas.
Según detalló la Armada chilena, un grupo de pescadores artesanales alertó el domingo de la presencia de los animales en la playa e inmediatamente la Gobernación Marítima de la zona envió dos patrullas terrestres y una lancha para evitar que otras orcas quedaran varadas.
Veintiséis de los ejemplares lograron volver a mar abierto con la ayuda de los pescadores y del bote de la Armada, mientras que otros veinte cetáceos fallecieron.
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