Buscar

lunes, 21 de septiembre de 2015

Petardo pasó encerrado la jornada del referendo

Para que salga a pasear en un día sin tráfico lo vistieron con un chaleco rojo y blanco, los colores de Potosí. Pero Petardo no puede evitar ser un símbolo de la lucha de Comcipo, por lo que durante el referendo, con dos bandos claramente opuestos, el can tuvo que quedarse encerrado.
"Lo saqué un cachito, fuimos hasta el coliseo, pero de ahí media vuelta hasta mi casa porque la gente del oficialismo ha comenzado a protestar, decían que estábamos haciendo campaña”, cuenta quien lo cuida, Enrique Gutiérrez, un universitario que participó en las protestas en la sede de Gobierno.
Una noche antes, el sábado, Gutiérrez ya temía que esto ocurriera. Petardo, el perro sin dueño que siguió a los marchistas de Comcipo desde El Alto hasta la hoyada, el que se plantó al frente del conflicto contra la Policía, el que estaba acostumbrado a ir y venir y hacer lo que le viniera en gana, ahora pasa las noches atado a una casa de madera. Se la construyeron los hermanos de Enrique con tablones gruesos y una lámina de metal como techo. Pusieron el nombre del can con pintura blanca y encima, en la pared, colgaron sus chalecos.
Para el animal no debió ser agradable el paseo frustrado, porque cuando sabe que se abre la puerta de la casa en la que ahora habita y no hay correa que lo detenga, corre. "Si se pierde aquí ya nadie me lo devuelve”, dice Gutiérrez.
Cuenta que todavía, cuando el can oye un estallido se pone alerta. Entonces suena uno en la ciudad y Petardo levanta las orejas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario