“El origen, por lo general, es el acumulo de sarro dentario que además tiene que ver con el ph de la saliva y la alimentación del can”, explica la veterinaria Beatriz Valdivia.
“Cuando hay un cambio en el ph (coeficiente que indica el grado de acidez o basicidad de una solución acuosa), el olor del aliento es ácido a lo que se suma la posibilidad de una mala alimentación”, detalla el veterinario Gustavo Villarroel.
Las sobras de comida, el pan y otros quedan en los dientes del perro y pueden generar otros males como la gingivitis. “Esta inflamación de encías se presenta por ciertos alimentos y por bacterias”, advierte.
En cambio, “los pellets (galletas) de la comida balanceada y específica para canes tienen un componente antisarro y están elaborados para no dejar restos de comida en dientes”.
La propuesta para eliminar ese aliento de dragón es la higiene dental preventiva. Comienza por lavar los dientes de tu perro. Utiliza productos específicos como pastas dentales o gotas de clorhexidina para perros o gatos, al menos una vez por semana y con un cepillo dental dedal.
Si el problema es mayor, entonces lleva a tu mimado a una limpieza profesional realizada por un veterinario, quien sedará a tu mascota para quitar todo el sarro o placa bacteriana.
“Como el perro no mantiene la boca abierta durante largos periodos de tiempo, se aplica un relajante muscular para hacer el tratamiento. Muchas veces, luego de este procedimiento, el animal queda con las encías sensibles y se deberá hacer una desinfección y trabajar con un antibiótico para que no se presente la gingivitis”, explica Villarroel.
Ambos veterinarios aconsejan que eduques desde pequeño a tu mascota. Acostúmbralo a la manipulación de su boca para que la limpieza de los dientes sea factible y sencilla, sin riesgos.
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