Mito: Los conductores dicen que arrollar a un perro es una maldición, porque después no tienen pasajeros.
Chofer que atropelle a un perro podría sufrir hasta seis años de cárcel, según lo establece una propuesta de ley municipal presentada a la Alcaldía de La Paz.
El artículo 31 del proyecto denominado Ley General para la Protección de Animales dice que “será sancionado con la pena de reclusión de cuatro a seis años y de 300 a 500 días de multa el que incitare o matare animales... a consecuencia de atropellamiento intencionado, o habiendo provocado inundación, explosión, desmoronamiento o derrumbe”.
Asimismo, la representante de la organización protectora de animales Q’hanasa La Paz, Ingrid Avendaño, dijo que esa norma fue elaborada porque “hay conductores que no tienen piedad de los animales y los atropellan”.
Agregó que, producto de esa actitud, cada día se recoge un promedio de tres perros atropellados, especialmente en la ciudad de El Alto. “En esos accidentes, a veces, no mueren los perritos y nosotros los llevamos al albergue, ubicado en El Alto, y los curamos”.
La norma, elaborada por 10 organizaciones de protección a los animales de todo el país, fue presentada a la comuna paceña para su promulgación en abril, pero su contenido puede ser modificado.
La presidenta de la Comisión de Desarrollo Humano y Culturas del Concejo Municipal paceño, Silvia Tamayo, indicó que esa propuesta aún está en evaluación, aunque manifestó que “sí queremos que exista una norma para proteger a los animales (...). Debe existir una sanción no sólo para la gente que atropella, sino para aquél que maltrate”.
La concejal recordó que en La Paz rige una ordenanza municipal al respecto, aunque reconoció que “nadie la cumple”.
No obstante, Avendaño aseguró que el objetivo de las organizaciones es que esa normativa no sólo sea municipal, “sino, con la experiencia en La Paz, a futuro se convierta en una ley nacional”.
MALDICIÓN. A decir de los conductores de vehículos, atropellar a un can es una maldición.
“No. Jamás pisaría (con el minibús) a un perro. Mi padre siempre me enseñó eso y yo lo cumplo, prefiero frenar en seco o chocarme con otro auto antes de eso”, enfatizó don José Mamani, que conduce un minibús del Sindicato 14 de Septiembre.
Compartió el mismo criterio, por separado, Rolando Basualdo, conductor de un micro del Sindicato San Cristóbal, quien afirmó que “en 35 años de chofer, nunca atropellé a un animal. Dicen que cuando pisas a un perro, va mal, uno no tiene pasajeros, el auto toda la vida se arruina y entras en bancarrota. Para qué llevar esa carga”.
Otro entrevistado, empero, explicó que los canes “enamorados” que persiguen a una hembra en celo se entregan en el camino, “por eso es mejor esperar que toda la jauría pase la carretera”.
NORMA. El proyecto también plantea que se sancione con privación de libertad de dos a cuatro años, además de perder la tuición del animal y ser multada con 30 a 100 días, a toda persona que torture, ordene o permita maltratar a algún animal, o le cause lesiones intencionalmente.
El maltrato se traduce en provocar daño mental o corporal, debilitación permanente de la salud y la pérdida de un sentido, de un miembro o de una función.
Proteger la vida del animal
Los animales atropellados que no murieron, los que se caen a los ríos y no pueden salir, los enfermos y las que dan a luz en la vía pública son los que recoge la organización Q’hanasa Animales, porque su prioridad es defender y proteger hasta el último día de vida de las mascotas, informó la representante de la institución, Ingrid Avendaño.
Refirió que en la ciudad de El Alto, donde trabajan más de 15 voluntarios de la organización, cada día recogen a tres canes en esas condiciones. “Hay perritas que están dando a luz y no tienen auxilio”.
En el albergue, los animales reciben comida financiada con dinero que recaudan los más de 15 voluntarios con la venta de posters de los mismos animales; se los desparasita y esteriliza, y se los da en adopción.
Control de afecciones
Las enfermedades zoonóticas —como la rabia, hidatidosis u otros males— deberán ser controladas e informadas a la población en un plazo de hasta 48 horas, indica la propuesta de ley.
La norma detalla que el Municipio estará obligado a impulsar campañas informativas sobre la prevención y consecuencias de la rabia, de la hidatidosis y otras patologías de emergencia sanitaria.
Asimismo, se obliga a las instancias respectivas a comunicar por fax o correo, diariamente, los casos positivos a las autoridades del sector y a las instituciones de defensa animal (privadas o públicas) para alertar sobre la emergencia sanitaria, y a la población del área afectada, entre las 24 y 48 horas.
Si brotasen esos males, se prohibirá el ingreso, salida o movilización de animales en las áreas o zonas afectadas.
Verónica Zapana Salazar
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