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lunes, 7 de marzo de 2011

Científicos buscan explicar el suicidio masivo de animales

El tema de los suicidios masivos espontáneos en los animales no sólo es enigmático, sino que durante distintas etapas de la humanidad dio rienda suelta a nuestra imaginación y, por supuesto, motiva la investigación de científicos alrededor del mundo.

Cuando un perro se esconde para esperar su muerte sin sufrir ninguna enfermedad, cuando ballenas o delfines encallan misteriosamente en las playas, entonces aparece la necesidad imperiosa en todos por tratar de explicar este tipo de extraña actitud, señala el canal televisivo Discovery Channel.

Un viejo enigma

Puede que parezca absurdo, pero lo cierto es que este enigma es tan antiguo como nuestra propia existencia en este planeta.

En la antigua Roma se consideraba que los suicidios de los animales eran naturales y hasta nobles y pensaban que eran los caballos los animales que con más frecuencia sufrían esta misteriosa tendencia.

Aristóteles contaba la historia de un caballo que se lanzó de un abismo después que descubrió que fue engañado por sus dueños y tuvo que embarazar a su propia madre.

Ese incidente ancestral fue interpretado de muchas maneras durante largo tiempo por diversos teólogos cristianos y muchos académicos de la época Victoriana. De pronto y durante varios siglos el análisis de los suicidios en los animales comenzó a ignorarse mientras que en círculos religiosos aparecieron posiciones como la de Santo Tomás de Aquino que planteaba: “El suicidio no sólo es pecaminoso en los humanos, sino también totalmente imposible en los animales”.

En 1845 el diario London News publicó un curioso y dramático comentario sobre un perro canadiense que intentó ahogarse en repetidas ocasiones hasta que finalmente lo logró sin que nunca sus amos pudieran darle una convincente explicación a este extraño acontecimiento.

Lo cierto es que los científicos tratan de establecer nuevas conclusiones sobre el paralelismo entre el auge de suicidios de personas en las ciudades y la cifra de este tipo de muertes entre los animales, o será que el medio ambiente está seriamente afectado por la civilización, cuestiona el profesor británico Edmund Ramsden.

En tanto, los medios de comunicación se hacen eco de la muerte masiva de aves en E stados Unidos. Muertes sin una respuesta científica.

Suicidio animal
# Ovejas El 17 de mayo de 1965, 500 ovejas se arrojaron a las aguas de río Rin en Chur, en Suiza.


# Ballenas El 14 de enero de 1970 más de 150 ballenas, orcas y delfines encallaron inexplicablemente en la costa de Florida.


# Cachalotes El 8 de enero de 1979 en la ciudad de pescadores de Mulege, Baja California, aparecieron nada menos que 56 cachalotes muertos de hasta 20 metros de largo y 50 toneladas de peso.

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