El 16 de agosto del año pasado, fecha en la que se festeja San Roque, se abrió en El Alto el primer hospital veterinario, ubicado en la zona San Luis Taza y de nombre El Rancho. Comenzó con cuatro personas y ahora tiene más de una decena de empleados que atienden diversas áreas, entre rayos X, salas de internación, cirugías, peluquería y venta de alimentos, ropa, platos, collares y medicamentos.
Su propietario, Ronald Choque, explicó que antes del hospital tenía una veterinaria en la calle 2 de la Ceja, pero ésta no abastecía para atender casos de emergencia, por lo que decidió abrir este nosocomio.
“Cuatro personas hemos comenzado el trabajo. De inicio, para hacernos conocer, hemos lanzado una campaña de vacunación gratuita, pero nos fue mal, no pasaban de 20 los que asistieron el primer día y eso nos desanimó un poco. Pero los restantes tres días fueron intensos, mucha gente llegó y colapsó el lugar”, explicó.
Ahora este hospital cuenta con cuatro doctoras o médicos veterinarios, un chofer de ambulancia, una recepcionista, una ayudante, una cajera, una peluquera y cuatro miembros del personal administrativo.
Ambientes. El hospital consta de dos pisos, en la planta baja está la entrada donde hay además una tienda de ropa, collares, platos y juguetes especiales para mascotas. Este lugar está separado del área de farmacia y de una peluquería que se halla al fondo.
En el segundo nivel, se halla todo lo relacionado con la atención médica: una recepcionista, cuatro consultorios: dos para animales enfermos y dos para sanos; en éstos hay una mesa de metal para los cuadrúpedos.
Si el médico veterinario considera necesario realizar una radiografía o ecografía, dependiendo el caso, existe otra habitación equipada para ello. El sitio cuenta también con dos salas de cirugía y dos habitaciones de internación con varios caniles o jaulas de diferentes tamaños, en los que son controlados los animales que fueron intervenidos quirúrgicamente.
Hay una sala de maternidad. “Es mejor tenerlos cerca para poder ver su reacción a la anestesia y la cirugía o cualquier intervención”. Las áreas de internación están separadas y una de ellas es para los pacientes virales, que deben tener un mayor control. También cuenta con una habitación que sirve de cocina y despensa para alimentar a los internados.
Otro espacio mucho más cerrado es utilizado como morgue, donde existe un refrigerador en el que se colocan a los animales muertos. Según Choque, esto se hace según las normas, es decir por un tiempo máximo de tres días, después de los cuales los cuerpos son recogidos por los camiones de recojo de basura especial.
Las enfermedades más comunes que se tratan en este lugar son el parvovirus o el distemper o moquillo canino, aunque a veces se tratan partos, fracturas, entre otros casos.
También se cuenta con una ambulancia para trasladar a los enfermos a sus domicilios o viceversa, y se tiene un trato con la Unidad de Zoonosis de la Alcaldía para recoger animales muertos de las carreteras y luego depositarlos en los camiones de basura.
La consulta cuesta entre Bs 10 y Bs 25; las cirugías oscilan entre Bs 35 y Bs 250, y la internación entre Bs 60 y Bs 120 por día; la peluquería, entre Bs 60 y Bs 120, según el tamaño del animal.
Campaña de vacunación
El hospital El Rancho prepara una segunda campaña de vacunación gratuita para perros y gatos hasta hoy. Se pretende vacunar a un millar de mascotas, de acuerdo con la información de Ronald Choque, quien recomendó que las personas que tengan niños en casa deben llevar a revisar a sus mascotas cada mes.
El buen trato es señal de capacidad
De acuerdo con las declaraciones de veterinarios y de dueños de mascotas, el buen trato en la atención a los animales es fundamental para la recuperación de éstos cuando se encuentran enfermos e incluso para identificar si una veterinaria tiene profesionales o aprendices en ese negocio.
“Aunque yo no prefiero llamarle negocio, para mí mi trabajo es mi vida, es lo que me gusta hacer. El veterinario debe tener control sobre sí mismo, paciencia y brindar toda la información al dueño. Éste debe estar al tanto de lo que ocurre, el médico es como el pediatra de su hijo”, explicó la médica veterinaria Heddy Costas.
Según Milton Choque, para identificar una buena veterinaria hay que apreciar cómo es el trato. “Todo dependerá de cómo te reciban, luego cómo traten al animal y la forma en cómo te brinden las explicaciones o te pidan que ayudes, por ejemplo, a sujetar a tu mascota si es inquieta”.
Buscar un veterinario con estas aptitudes es algo difícil, señaló Choque. “Tengo un lugar en el que confío mucho, por los resultados y la forma cómo le hablan a mi perrito, eso me brinda mucha confianza, por eso vuelvo a ese sitio”.
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