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martes, 23 de septiembre de 2014

Video Una anaconda se mostró indefensa y huyó ante la insistente agresión de unos intrusos

Una anaconda de aproximadamente ocho metros de largo fue agredida y perseguida por unos intrusos brasileños que a bordo una lancha a motor invadieron su guarida en una orilla del río Santa María de Maracaju, en el Estado amazónico de Mato Grosso do Sul, y a pesar de ello la gigantesca serpiente acuática no atacó a sus agresores ya que se encontraba en pleno proceso de digestión de algún animal recién devorado, tal como se observa en el video registrado y difundido por los intrusos.

La anaconda —boa constrictora conocida como “sicurí” por los habitantes amazónicos— no pudo defenderse ni atrapó a los intrusos como era de temer, debido a que el animal, aletargado, tenía una presa todavía entera dentro su aparato digestivo, posiblemente un felino o un pecarí. “Monster snake with fresh prey in its belly getting harassed by 2 idiots on a boat” (“Serpiente monstruo con la presa fresca en su vientre fue acosada por dos idiotas en un bote”), reza el título de un video subido a la red YouTube desde el sitio Live Leak el pasado 19 de septiembre.

El registro audiovisual muestra a un individuo eufórico al descubrir la anaconda adormecida en una orilla del río sobre el cual navegaba junto a otras dos personas en una lancha a motor. El hombre pide al tripulante de la lancha acercarse a la serpiente que se hallaba inmovilizada empezando su lenta digestión; y mientras una mujer filmaba a pedido del novio con gritos de terror y advertencias, el intruso, con la voz excitada, hostiga con un remo a la boa y logra cogerle de la cola sacándola de su refugio. La serpiente, aletargada por la pesada carga alimenticia que deformaba su vientre, trata de huir infructuosamente ante las carcajadas del que manejaba la lancha y los aullidos de terror de la mujer que filmaba. La anaconda logra desprender su cola de las manos del agresor y huye hacia su refugio; los lancheros la persiguen y el “idiota”, identificado como Rodrigo de Miranda Santos, vuelve a cogerle de la cola estirando al animal hacia el centro del río y cuando vuelve a liberarse, esta vez el reptil fluvial huye definitivamente en sentido contrario a la lancha, mientras los agresores festejaban su “proeza” con sonoras carcajadas.

Si bien la intención de los intrusos no fue cazar al animal sino divertirse a costa de su indefensión, los acosadores humanos tuvieron, en este caso, una excepcional suerte ya que se expusieron a que la anaconda derribase la lancha y devorara al menos a uno de ellos, pues estos animales son célebres por su ferocidad y voracidad especialmente cuando son molestados.

La Policía Militar Ambiental (PMA) del Brasil multó a los tres brasileños con 1.500 reales, (aproximadamente 600 dólares), informó el periódico digital Correio News. Según la legislación brasileña, es un crimen matar, cazar o perseguir especímenes de la fauna silvestre sin licencia o autorización de las autoridades competentes.

El hecho de que en este caso la anaconda no atacó a sus agresores podría deberse a que evidentemente se encontraba “hartada” al estar digiriendo en ese momento una presa recien devorada; otra posibilidad es que se trataría de un ejemplar muy joven y todavía indefenso. El hecho no deja ser, en todo caso, motivo de curiosidad científica.
Ver el video

Eunectes en peligro
AnacondaLa anaconda es una boa constrictora que habita en los ríos de la cuenca amazónica, conocida por los pueblos originarios como “sicurí”. Es más enorme y peligrosa que una especie similar existente en el continente asiático.
La especie brasileña está catalogada con el nombre científico de Eunectes murinus con un diámetro similar al del cuerpo humano adulto y una longitud de entre 7 y 10 metros; se hallaron ejemplares de hasta 16 metros. Pesa entre 250 y 300 kilogramos. Llegan a vivir entre 90 y 140 años. Se encuentra en riesgo de extinción por la caza indiscriminada que codicia su carne y su piel.
En Bolivia existe una variedad denominada Eunectes beniensis, descubierta por el zoólogo alemán Lutz Dirken en 1994, y es endémica en los departamentos de Beni y Pando. Esta serpiente figura como Especie Vulnerable en el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia.
Es una serpiente no venenosa que vive enroscada en los árboles y buceando en los ríos con inmersiones que duran alerededor de 30 minutos. En tierra es más vulnerable debido a la lentitud de su desplazamiento.
Las anacondas son cazadoras solitarias agazapadas en las orillas de los ríos para atrapar a sus presas cuando éstas se acercan al borde del agua para beber. Las comprime hasta asfixiarlas y luego las devora. Se alimentan con aves, peces, ciervos, caimanes, jaguares y también seres humanos.

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