ARAÑA DE RINCÓN Como su nombre lo indica esta araña habita en los rincones de la casa. Muchos han tenido la oportunidad de verla pero pocos conocen los riesgos de su picadura.
El entomólogo Alan Lisperguer explica que esta araña no es agresiva y su ataque se debe a una reacción natural de defensa cuando se siente amenazada.
Las arañas de rincón producen una toxina venenosa para atrapar a sus presas -moscas, mosquitos y/o alacranes-. La reacción en sus presas es el adormecimiento total que le facilita la captura.
El veneno es necrótico e íctero hemolítico, es decir que genera la muerte local de células o tejidos y puede provocar hemorragias debido a la bradicardia (un ritmo cardiaco lento) generada por el veneno.
Su picadura se distinguirse por la aparición de ampollas, dolores, contracturas musculares y transpiración, que se advierten casi de manera inmediata. “El dolor es fuerte”, dice Lisperguer al señalar que sería difícil no identificarlo.
Sus efectos y reacción dependen mucho del metabolismo y las condiciones físicas de la personas. “Generalmente los niños y ancianos son los más vulnerables”, dice. Sin embargo las reacciones alérgicas son factores que podrían agravar críticamente la situación hasta llevarla a una muerte acelerada.
Para el toxicólogo del Complejo Hospitalario Viedma, Ramiro Cadima, existen tres síntomas básicos a los que la población debe estar alerta -en caso de ésta o cualquier picadura-, 1) el dolor intenso, 2) el adormecimiento en la parte afectada y/o 3) la sudoración.
VIUDA NEGRA
Otra de las amenazas de mayor recurrencia en Cochabamba, es la picadura de la viuda negra. Cada año, un promedio de 50 pacientes llegan hasta el hospital de referencia Viedma víctimas de su ataque.
Al igual que la araña de rincón, ésta solo ataca cuando se siente amenazada. El veneno que genera es neurotóxico, es decir sirve para paralizar a sus presas.
Su veneno, en un humano, provoca dolor, espasmo muscular (calambre) y transpiración.
Su atención médica debe ser inmediata. Si al término de 6 horas el paciente no es atendido su tratamiento se complica, debiendo requerirse sueros específicos. Sin embargo, existen consideraciones como las picaduras en ancianos, niños y en personas con reacciones alérgicas, en cuyo caso el tiempo de 6 horas podría reducirse hasta 1 hora.
A la viuda negra se la reconoce por su elegante color negro combinado con intensas tonalidades rojas. Habita espacios abiertos asociados a los arbustos, ya sea en valles secos, bajos y mesotérmicos. A este arácnido se lo encuentra en zonas desde los 1.200 a 2.600 m.s.n.m. “No es agresiva, tiende a huir y solo pica si se ve amenazada”, explica Lisperguer.
ARAÑA BANANERA
Esta especie del género Phoneutria es otra de las causantes de las mayores muertes por picaduras de araña en Sudamérica. Se encuentra generalmente en las hojas de los plátanos de comunidades del trópico.
El veneno que genera es neurotóxico, es decir ataca al sistema neurológico generando parálisis del sistema motor.
Su picadura provoca un dolor local, hinchazón e inflamación, la sudoración es intensa en la región de la mordida.
ARAÑA LOBO
La Araña (Lycosidae) que generalmente habita en los huecos y grietas de los adobes y ladrillos, es muy ágil y escurridiza, pero también agresiva.
Sin embargo, su picadura no mata si se tienen los cuidados básicos. “Te hace una pequeña llaga que desaparece”, dice la entomóloga del Museo de Historia Natural Alcides D´Orbigny, Daniela Aguirre. Sus heridas se confunden muchas veces con los herpes, y es por esto que en las comunidades, las personas que aparecen con estas erupciones les dicen que fueron “besadas por la araña”, según explica Aguirre.
LAS MUERTES
Las sindicadas directas por la muerte de dos mujeres son las araña viuda negra (Latrodectus mactans) y la segunda de rincón (Loxosceles laeta), ambas con largos antecedentes de peligrosidad pero hasta ahora nunca fueron denunciadas. Las víctimas, una población desinformada.
Eugenia, (nombre que protege la identidad de la víctima) de 29 años de edad, quien como todos los días se cambiaba de ropa en su habitación -en la zona de Pacata-; fue soprendida por una punzada repentina mientras se colocaba el pantalón.
La familia de Eugenia no le brindó mucha importancia y pensó que el dolor y la contractura pasarían con el pasar el tiempo. Sin embargo esto no fue así y a las 10 horas de haber sido picada Eugenia llegó con un cuadro crítico de hemorragia al hospital Viedma.
Por lo avanzado del daño, los médicos del nosocomio solo alcanzaron a aplicarle un tratamiento paleativo, esto debido a que en Bolivia no existe el antídoto para este tipo de afecciones. La mujer murió el pasado 4 de noviembre.
La otra víctima fue Rosa (nombre que protege la identidad de la víctima), una mujer de 44 años que llegó desde el municipio de Punata y falleció producto de una hemorragia cerebral causada por la picadura de una viuda negra.
En lo que va del año 12 personas llegaron hasta el hospital Viedma con afecciones provocadas por las toxinas de arañas venenosas. No existen registros de todo el departamento, ya que la mayoría de los casos son atendidos en clínicas particulares o centros de salud que no reportan los casos a la instancia departamental, según informa el jefe de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Efraín Vallejo.
El toxicólogo Ramiro Cadima, señala que al año un promedio de 60 personas son atendidas por picaduras de arañas venenosas en los hospitales Viedma y Harry Williams, donde este profesional presta sus servicios.
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