Las dependencias del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz tienen este año un registro de 404 veterinarias certificadas. Según sus representantes, las ilegales llegarían a igual número y sirven como nexo entre el ladrón de un perro de raza, con y sin pedigrí, el propietario de un criadero informal y/o un potencial comprador, o inclusive ofertan ejemplares.
Juan Álvarez, coordinador de Sanidad Animal del Senasag en La Paz, señala que lo ilícito prolifera, a pesar de que muchos de estos negocios son clausurados, multados o advertidos mediante un Acta de Notificación. Las urbes de La Paz y El Alto cuentan con 140 establecimientos registrados y hay 44 que no renovaron sus papeles, pero que siguen funcionando. “Del 1 de enero al 8 de octubre de 2012 se cerraron 12 centros de este tipo, se multó a 32 (19 en La Paz y 13 en El Alto) y se notificó a 155 con cierres de entre dos y 15 días hábiles”.
Procedimiento. El funcionario explica que, primero, se deja una notificación de contravención a la veterinaria observada. La sanción inicial es una multa; la segunda implica la clausura momentánea, y la tercera, la definitiva. Lo mismo rige en Santa Cruz, donde hay 163 consultorios que cuentan con el aval de esta dependencia gubernamental, y este año 12 fueron cerrados y 89 multados. Cochabamba cuenta con cinco clínicas y 101 veterinarias legales, mientras que una fue clausurada y una decena, multada.
El inspector zoosanitario Jhonny Peñarrieta indica que los datos enunciados en los anteriores párrafos pueden variar porque la fiscalización no se realiza continuamente, por la carencia de recursos humanos y económicos, y ello es aprovechado por estos centros para dedicarse a la comercialización ilegal de canes de raza. Sin embargo, el Programa Nacional de Zoonosis, del Ministerio de Salud, apunta a cambiar el panorama. Su responsable, Gary Barrios, comenta que “un 90% de las veterinarias del país son privadas, por lo que identificaremos y concentraremos, a través del Senasag, a las que cuenten con autorización para vender perros en un solo sector de los municipios”.
Paralelamente, el Senasag tiene planificado continuar con el registro y aval del trabajo médico y de venta de mascotas en las veterinarias, sin dejar de lado la labor implementada en clínicas, consultorios y pet shops o peluquerías, en cumplimiento de las determinaciones de la Resolución Administrativa 014/2008. Y Álvarez recuerda que se presentan casos en los que tras interceptar y clausurar los negocios infractores, se enteran de que al poco tiempo son reabiertos por los propietarios en otro lugar y con distinta razón social.
Comenta que para luchar contra este fenómeno, es vital la denuncia de los vecinos y de los veterinarios que operan en la legalidad. No obstante, en las veterinarias involucradas con la compraventa irregular de perros de raza, revelan los entrevistados, igualmente existen supuestos médicos que hacen de enlace con ladrones, dueños de criaderos informales y/o compradores de estos animales. “En la feria 16 de Julio de El Alto hemos encontrado hasta agrónomos usurpando esa función; otros no ostentan ningún título”.
Barrios agrega que estos individuos inclusive se dan a la tarea de entregar certificados “truchos” o adulterados a los interesados, documentos que registran el origen, salud y vacunas del cuadrúpedo. Así, la víctima lo adquiere sin saber que fue hurtado o proviene de un criadero que no cuenta con certificación alguna. Al respecto, Álvarez subraya que la Ley del Ejercicio Profesional del Médico Veterinario y Zootecnista regula desde 1997 la labor que desempeñan los profesionales y que incumplirla provoca procesos penales.
Consejos. Aconseja que quienes acudan a un consultorio de animales, ya sea para comprarlos o para que les hagan tratamiento médico, deben exigir el título en provisión nacional a nombre del responsable. “Hay colegas que se prestan a dejar su cartón colgado en una veterinaria, para que la atienda un empírico”.
La presidenta del Colegio Médico de Veterinarios de Santa Cruz, Maritza Céspedes, agrega que se debe pedir el carnet de esta organización. “Tenemos más de 1.300 afiliados, pero no todos ejercen su actividad a nivel de animales menores o domésticos, la mayoría trabaja con ganado”.
El Colegio Médico de Veterinarios de La Paz aglutina 483 especialistas en el rubro y la misma entidad de Cochabamba informa que 374 profesionales figuran en sus registros. O sea, 2.157 veterinarios cuentan con la autorización de estos colegios en estas tres capitales del país.
La representante nacional de Animales SOS, Susana del Carpio, resalta que si se requiere una mascota de raza o con los certificados que garantizan de que cuenta con todas las vacunas, los interesados deben acudir a veterinarias o profesionales especializados en el tema. Aparte, tras la compra se debe pedir una factura que igual acreditará la legalidad del negocio.
Si se opta por un criadero, el dueño del mismo debe ser capaz de extender los comprobantes del origen del animal (pedigrí), que generalmente son otorgados por una organización reconocida a nivel internacional, como el Kennel Club Boliviano. “Si compramos un perro de raza de un ambulante, estamos tirando el dinero a la basura porque mañana nos puede encontrar el verdadero propietario de éste”, alerta.