En este artículo te mostramos todos los alimentos que no debes darle a tu perro. Todos dimos huesos a nuestra mascota o ibuprofeno cuando vemos que le duele algo, como si fuera una persona. Aunque en ocasiones parezcan más humanos que muchas personas, siguen siendo perros y hay que vigilar qué le damos.
Huesos que se astillan
Hay huesos que se astillan fácilmente, entre ellos se encuentran los de conejo y de pollo, y hay que evitarlos a toda costa. Hay que evitar totalmente ofrecerle los huesos de pequeño tamaño o aquellos que se astillan al romperse, ya que pueden clavarse en su garganta y puede causar una perforación de estómago o intestinal e, inclusive provocar la muerte.
Si no puedes evitar darle huesos, entonces proporcionales los huesos redondos de res, como los de rodilla y cadera, o con trozos de huesos largos como el tuétano que le sirven de juguete y le fortalecen y limpian los dientes.
Restos de comida
Tu perro no es tonto, si pudiera hablarte te diría que la comida estuvo riquísima, no hay más que ver la manera en que babea… pero la verdad es que los restos de comida no son saludables para ellos; piensa primeramente en tu masa corporal y en la de tu perro, posiblemente le superes en peso. A ti la grasa de esa comida no te va a saturar las arterias (a menos que abuses), pero a tu amigo perruno de cuatro patas puede provocarle serios problemas de obesidad, y esto implica muchos riesgos para su salud, como trastornos cardíacos y renales.
Chocolate
El chocolate sin duda alguna enloquece a la gran mayoría de los perros y personas, pero puede ser mortal para las mascotas debido a que contiene teobromina, lo cual es un análogo de adrenalina, y es una sustancia que puede ser muy peligrosa para la salud del animal y comprometer seriamente sus funciones vitales.
Se considera que tan poco como seis gramos por cada kilo de peso del animal puede causar un aumento de la contractilidad del corazón, actuando como un poderoso diurético produciendo deshidratación y afectando el sistema gastrointestinal causando diarrea y vómitos.
Leche y productos lácteos
Quizás tu abuela te ha dicho siempre "dale un poco de queso a tu perro y será tu amigo para siempre", y razón tiene. Lo que probablemente no sabe tu abuela es que la gran mayoría de especies animales se vuelven intolerantes a la lactosa en cuanto abandonan la etapa de la lactancia materna.
La mayoría de los animales no tienen la enzima que es necesaria para disolver el azúcar de la leche, y esto puede provocar diarrea, vómitos y otros problemas estomacales.
Alcohol
El alcohol puede ser elevadamente tóxico y llegar a ser mortal. Todas las bebidas alcohólicas incluyen etanol, lo cual es venenoso para los perros. Si el perro bebe alcohol se pueden presentar síntomas como excitación, cambio en el comportamiento, depresión, jadeo excesivo, dificultad para respirar. Se pondrán nerviosos y pueden atacar cosas, hiriéndose inclusive a sí mismos. El único líquido recomendado para los perros es el agua.
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