El moquillo y la parvovirosis canina acechan en este frío invierno a las mascotas. Ambas son patologías altamente letales que pueden derivar en la necesidad de una eutanasia, si no se tratan a tiempo. La prevención es la mejor cura: una vacunación responsable y evitar las salidas a la calle, donde está la mayor fuente de contagio.
El moquillo canino es una enfermedad infectocontagiosa de origen viral que afecta las vías respiratorias de los perros, especialmente de los más pequeños y de los ancianos. Pese a que existe una vacuna contra el virus, es común en todo el mundo. Se transmite por el aire y mediante el contacto con fluidos corporales infectados, incluyendo la comida y el agua.
La parvovirosis ataca principalmente a los cachorros y se manifiesta con vómitos frecuentes, decaimiento y diarreas severas. Afecta sobre todo a los intestinos (gastroenteritis hemorrágica) y tiene un rápido desenlace fatal: sin un tratamiento correcto, el can puede morir en pocos días.
No exponerlas al frío
El presidente del Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas de Chuquisaca, Jhon Flores Risco, aconseja a los propietarios de canes de Sucre y de Potosí no exponer a sus mascotas a las inclemencias del tiempo. Por ejemplo, no dejarlos dormir a la intemperie o sacarlos muy temprano a las calles o a parques, porque es ahí donde se contagian una serie de enfermedades.
Cuando uno camina por las arterias de la ciudad ve a muchas personas con sus cachorritos en brazos. “Si bien sus dueños no lo hacen con mala intención, los están exponiendo a contagiarse con moquillo o con parvovirus, dos enfermedades que pueden ser mortales. El hecho de que tengan la primera dosis de una vacuna no garantiza que no puedan enfermarse”, alerta Risco.
Vacunación
Pese a esto, resulta imprescindible que los propietarios de canes sean responsables con los tiempos de vacunación, cumpliendo con las fechas establecidas por los veterinarios. Los refuerzos son muy importantes.
Un descuido en este tema significa que el animal será candidato a sufrir cualquier enfermedad, como moquillo, parvovirus, hepatitis, entre otras.
Las desparasitaciones periódicas también son buenas aliadas para cuidar la salud de los perros.
Abrigo
En este periodo invernal es oportuno colocar a las mascotas prendas abrigadas, especialmente a aquellas que duermen en los patios. En el comercio establecido hay una amplia gama de modelos, texturas y colores, pero las chompas también pueden ser elaboradas por uno mismo.
Flores recomienda estar atentos a la manifestación de cualquier síntoma en las mascotas. Por ejemplo, cuando empiezan a hacer ruidos, como si se hubiesen atorado con un hueso, puede ser que sus vías respiratorias estén inflamadas y, entonces, se las debe llevar de inmediato al veterinario para que reciban un tratamiento adecuado. Lo mismo cuando se las ve decaídas o no quieren comer.
“Los que no tienen muchos problemas son aquellos que habitan en los ambientes internos de una vivienda, donde la temperatura es más agradable, pero también pueden ser afectados si se los saca muy temprano a la calle y de golpe”.
Canes abandonados
Los que con seguridad la pasan mal durante el invierno son los perros callejeros que, al no tener quién se ocupe de ellos, no se benefician con las campañas de vacunación.
“La recolección de prendas abrigadas para estos canes, organizadas por algunas asociaciones protectoras de animales, no son suficientes”, advierte Flores. A esta carencia se suma el hecho de que los albergues se convierten en grandes focos de contaminación debido al hacinamiento: “cuando los voluntarios llevan canes enfermos para curarles y darles cobijo, están exponiendo a los demás al contagio con diferentes patologías”.
“Algunos pueden ser dados en adopción sin que los voluntarios se percaten y de esa forma los perros son llevados a sus nuevos hogares donde podrían contagiar a otros animales. En ese marco, algunas personas proceden a abandonarlos nuevamente y así se crea un círculo vicioso”, agrega Flores.
Co-responsables
Según el Presidente del Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas, el abandono de animales es un problema que atañe a todos. Son co-responsables: la Alcaldía, el SEDES, las organizaciones protectoras, el Colegio de Veterinarios, los propietarios de mascotas y la población en general. “Todos estos sectores deben actuar con responsabilidad para preservar la salud pública de las ciudades”, invoca.
Decidir tener una mascota implica adquirir una responsabilidad para toda la vida, ya que ella se vuelve un integrante más de la familia, a la que se le deben satisfacer sus necesidades de alimentación, salud, vivienda, abrigo y distracción, prodigándole mucho amor. A cambio, la mascota regala alegría, cariño y fidelidad incondicionales.
“Pero si no se actúa responsablemente con su tenencia, el ‘mejor amigo del hombre’ puede volverse el peor enemigo debido a ciertos virus y parásitos que puede contagiar”, sentencia el veterinario.
El presidente del Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas de Chuquisaca, Jhon Flores Risco, aconseja a los propietarios de canes de Sucre y de Potosí no exponer a sus mascotas a las inclemencias del tiempo. Por ejemplo, no dejarlos dormir a la intemperie o sacarlos muy temprano a las calles o a parques, porque es ahí donde se contagian una serie de enfermedades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario