Si alguna vez un gato te trajo un ratón muerto, y te sentiste emocionado porque pensó que era un regalo, no te emociones.
Esto está probablemente relacionado con que las gatas traen comida a sus gatitos y, en el caso de los machos, porque tienen el estómago lleno, según la explicación del profesor del Instituto de Etología Aplicada y Psicología Animal de Suiza y autor de "El Gato Doméstico, Biología de su comportamiento", Dennis Turner a BBC.Mundo.
¿Pero está justificada su mala reputación?
Wesley Warren, de la Universidad de Washington, Estados Unidos, llevó a cabo hace dos años el mayor estudio genético sobre los gastos domésticos y comparó las diferencias entre el ADN de los gatos domésticos y los gatos salvajes. El estudio concluyó que los genes de los gatos salvajes no difieren tanto de los domésticos como los genes del perro con el lobo, su antepasado directo.
Se estima que los perros empezaron a convivir con los hombres hace unos 17.000 años y se les enseñó a cazar, cuidar rebaños, y proteger sus casas.
Las primeras sociedades agrícolas toleraron su presencia porque eran buenos cazadores de ratones, sin exigirles nada más.
Turner explica que, dado que los humanos vieron que esto era útil para ellos, "empezaron a darles comida extra, por ejemplo, leche en platos pequeños". Pero poco más.
Pero, con su habilidad de cazadores y no depender de la comida que les dan los humanos les hace más fácil sobrevivir sin ellos.
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