1- Realizar un chequeo médico a las mascotas y suministrarle algún complemento que ayude a sobrellevar el mal clima, fortaleciendo sus defensas y su sistema inmunológico, sobre todo en los perros mayores de siete años.
2- Mantener las vacunas al día, ya que se evitan enfermedades como el moquillo (también conocido como distemper). En los gatos, debemos preocuparnos cuando los vemos con secreciones en la nariz, los ojos lagrimeantes o enrojecidos, produciendo un "ronquido" al respirar o estornudando mucho, ya que puede ser un "virus de la rinotraqueítis felina", muy contagioso entre los gatos. Normalmente desaparece solo dentro de los siete a diez días, pero en gatos de edad avanzada, con las defensas bajas, o gatitos muy jóvenes puede permanecer mucho tiempo y, en el caso de los más pequeños, puede llegar a ser fatal.
3- Evitar los cambios de temperatura y abrigar a las mascotas cuando van a salir a la intemperie. Los cambios violentos no les permiten regular su temperatura y les produce un enfriamiento, que conlleva a enfermedades que afectan la vía aérea alta. La "tos de las perreras" o las traqueobronquitis caninas, que son cuadros beningnos, con el frío y la humedad pueden hacer neumonías, por lo que hay que extremar los cuidados. Otra enfermedad que puede producirse en esta época es la dermatofitosis, más conocida como tiña. Cuando los animales salen a lugares húmedos, si tienen cualquier laceración o herida, éstas pueden infectarse con hongos que están presentes en el ambiente.
4- Darles un alimento de buena calidad, porque ellos necesitan energía para generar calor. Cuando hace mucho frío se reciente esto con un mal alimento, porque hay patógenos oportunistas que se aprovechen de la situación.
5- En el caso de los animales que viven fuera de la casa, procurar tenerle un lugar de protección del frío y la lluvia, un techo donde resguardarse.
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