Pese a que, según se conoce, existen 39 guardias ambientales destinados al resguardo del principal espejo de agua de la ciudad de Cochabamba, las fosas que se construyeron con el objetivo de realizarar el tratamiento sus de aguas se han convertido en una verdadera trampa mortal para los perros vagabundos.
Según un vecino de la zona, la muerte de algunos perros y el restace de otros es una constante en esta zona de Alalay. Ayer fueron Bomberos de la Policía quienes rescataron a los animales, sin embargo y según la misma fuente, habitualmente son los mismos guardias los responsables de esta tarea.
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