Tras las vacaciones se acabaron los juegos y las atenciones para las mascotas. Ellas comienzan a sentir, al igual que los niños que regresan a clases, y es posible que experimenten la depresión.
Ladridos, llantos, zapatos y muebles destrozados, basuras revueltas, orín en la alfombra... éstos son indicios que deben alertar al amo sobre el malestar de que está sientiendo su mascota. Según la especialista en comportamiento animal Aline Aublé, “si un perro ladra sin cesar y destruye los muebles al regresar a casa después de haber pasado vacaciones con su amo o con un miembro de la familia, quiere decir que sufre de la falta de compañía y de melancolía”.
“¡Sobre todo no lo castiguen! Al jugar con las pertenencias de su amo, el perro guarda un contacto con él”, afirma la especialista. “Sin embargo, deben acostumbrarlo nuevamente a estar solo para evitar la destrucción y el desaseo”, añade.
Tanto para los perros como para los gatos, los profesionales aconsejan ocuparlos con juegos. “Recomiendo esconder croquetas en diferentes lugares de la casa, ya que por naturaleza a los gatos les gusta cazar mariposas y roedores durante buena parte del día”, aconseja por su parte la veterinaria Céline Moussour.
“Por eso deben seguir paseando a su perro cada mañana y noche, pero paseos más cortos, y deben alimentarlo en horarios regulares, como cuando están trabajando”, recomienda.
Chabelita
Mimada
“Chabelita tiene una manera especial de pedir atención: rascando con su patita hasta que uno finalmente la abraza. Además, le gusta estar bien vestida”, cuenta Cynthia Díaz.
Comida
“Come zanahoria rallada con queso, pan con mantequilla, pan de canela, mandarina, arroz con leche y al mínimo atisbo del olor a pizza, corre para pedir aunque sea una puntita”.
Preferencias
Chabelita es una pinscher de dos años que llegó a La Paz en avión, desde Santa Cruz. “Le gusta tomar el sol, mirar por la ventana, morder huesos y ser mimada por todos”.
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