Este insólito hecho ocurrió en Florida, Washington, “Rocky” como se llamaba el vigoroso perrito, fue condenado por un juez de la ciudad a pagar 2.500 dólares por haber fecundado a la gigante “Canella”, una robusta representante de la raza Rottweiler.
“Canella, que esperaba a diez cachorros, vio interrumpida su preñez cuando su propietaria descubrió horrorizada que el padre de los pequeños era “Rocky”. “No quiero bastardos en la familia”, dijo la señora al juez, presentando una cuenta por 2.657 dólares, que le cobraron los especialistas que efectuaron la operación.
El dueño de “Rocky”, frente a la decisión del juez, se negó a pagar definiendo “físicamente imposible” la relación sexual entre dos animales de talla tan distinta. (ANSA).
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