La última frontera del bienestar y la estética son los spa para animales: proliferan en Estados Unidos y recuerdan a muchos de los tratamientos de belleza para un cliente humano, como los ofrecidos por Spa Paws Hotel, en Fort Worth, Texas, que cuenta con programas personalizados a base de la raza y edad del animal, con shiatzu y curas anti-estrés.
El Dog grooming -un aseo general, con lavado, peinado, manicuría- es una de las especialidades de Termas de Fido, en Pessago con Bornago, provincia de Milán, con servicios de preparación atlética, fisioterapia, cursos de educación, consulta sobre problemas de conducta e indumentaria.
Con un enfoque más estético, el salón For Pets Only Beauty & Spa, en el corazón de Milán, entre velas perfumadas y música new age, los animales pueden relajarse, entre baños de arcilla, masajes con aceite de jojoba, aceites esenciales y vapor ionizado para mejorar la calidad del pelo y la epidermis.
También, cortes a la carta con la asistencia de un estilista experto. A pocos kilómetros de Roma está La Vecchia Fattoria, con piscinas, peluquerías y servicio de manicura y pedicuro (o debería decirse “patacuría”).
Además, lecciones de yoga para perros y asistencia psicológica si algún cliente canino o felino llega triste. En Chalet, en San Giovanni Teatino (Chieti), el centro de bienestar para animales se ocupa sobre todo de rehabilitación, con técnicas de masaje con drenaje y estimulante, hidroterapia y técnicas de relajación.
Y hay tiempo para el look y el relajamiento. Desde accesorios de moda hasta exquisiteces que pueden combinarse con terapia de pareja, para perros y dueños.
Los tutores que desean pasar las vacaciones con su mascota tienen opciones para ello en los hoteles “pet-frendly”, con servicios para animales, como el Hotel Fonteverde Terme, en San Casciano dei Bagni, en Siena, con una tina termal para perros. O en el Splendido de Portofino, servicios de lujo como dog-sitter y comida en la habitación.
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