Un operativo realizado por funcionarios de la Secretaría de Defensa de los Derechos de la Madre Tierra, en sus instancias municipal y departamental, recibieron la denuncia e intervinieron la vivienda, ubicada en la calle Villarroel esquina Guaqui, de la zona del aeropuerto.
Entre las especies rescatadas están una paraba azul de 20 años, 8 loros cabeza negra, 2 loros pecho plomo, 1 tordo, 1 aguilucho, 1 pato silvestre y 1 parabaches (paraba mediana).
Estas aves estaban en jaulas que eran apiladas en el jardín de una vivienda particular, donde además habitaban más de 200 aves de mascotismo (para mascota) como cocotillas, cotorritas, diamantes, dos pavos reales, loros africanos, perros dachshund teckel (salchicha), y gallos de pelea, entre otros.
Pero también había un acuario con 50 a 100 peces.
El propietario del criadero dijo que criar aves y otros animales es una actividad por afición y amor, y no así para vivir de su comercialización.
Sin embargo, la responsable de Fauna Silvestre y Forestación de la Alcaldía, Gaviota Borda, anticipó que la norma es clara y la tenencia y comercialización de especies silvestres en cautiverio están prohibidas.
Es así que Arnez deberá responder ante la justicia por el delito de tenencia y tráfico de especies silvestres.
“Yo me voy a defender porque no los vendo. Las aves silvestres llegaron a mi porque estaban heridas y las atiendo”, manifestó.
Las aves rescatadas fueron enviadas temporalmente al Centro de Atención y Derivación de la laguna Alalay para que posteriormente sean llevadas a otros refugios como los parques Machía y Senda Verde o los zoológicos de Oruro, La Paz y Santa Cruz. “Donde haya espacio”, dijo la autoridad.
En el centro de la laguna Alalay trabajan un veterinario y un biólogo para la atención de enfermedades y la alimentación de esos animales.
Es imperioso implementar una política de rescate
En Cochabamba en particular y en Bolivia en general no existe un refugio con las condiciones necesarias para acoger a un gran número de especies silvestres.
Si las autoridades de Medio Ambiente están intensificando la liberación de animales silvestres es imperioso que se pueda desarrollar e implementar una política de rescate con la que se planifique, sobre qué se hará, quién lo atenderá, dónde se lo trasladará. El riesgo de no contar con un plan, con un lugar o el personal idóneo para la atención de estos animales, el resultado puede ser contraproducente, pueden morir. Entendemos que la norma se cumple, pero si las condiciones en la que serán albergados son peores de donde fueron rescatados, entonces debería iniciarse con una notificación.
Por otro lado, ningún ciudadano común debería reproducir aves exóticas introducidas porque se corre el riesgo de que se escapen y si esto ocurre podría haber un grave impacto ambiental.
Las aves introducidas tienden a disputar espacios con las nativas y eliminarlas, lo que generaría un desequilibrio ambiental irreparable. Esto sucedió en el lago Titicaca con la introducción de las truchas y derivó en la desaparición del humanto, una especie endémica.
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