En el parque zoológico, fueron acogidos cuatro búhos de los cuales uno es macho y cuatro hembras, que en el día se encuentran posando sobre las ramas de árboles ubicados en el centro de su jaula; que a la vez fue cubierta con un manto negro para asemejar la noche a la que están acostumbrados en su hábitat natural.
Por ser un ave nocturna, duerme en el día y alza vuelo en la noche en su jaula a la que fueron cambiados para brindarles un mayor espacio para elevar su vuelo en momentos en los que se encuentran tranquilos y no estresados como cuando reciben la visita de las personas durante seis días a la semana.
El veterinario Teddy Fernández Rengel que se encuentra a cargo del cuidado de los animales en el zoológico, explica que estas aves no son manipuladas frecuentemente para evitar su estrés. A estas aves se les relaciona con un ser mítico que representa la inteligencia y a la vez la oscuridad.
Llama la atención su cuerpo que no es común, su cabeza es bastante grande y sus plumas de color café matizado sobresalen en forma de orejas, mientras que las lechuzas tienen la cabeza en forma de corazón y redonda.
Tienen una visión larga y amplia, un buen oído, porque realizan su actividad de noche y es raro verlas volar o caminar durante el día. Su pico a pesar de ser de tamaño pequeño, es útil a la hora de controlar a la presa o luchar contra los depredadores.
Los búhos del zoológico, atacan al hombre cuando se sienten amenazados.
El búho es la única especie de ave que no tiene buche, así que lo que come digiere inmediatamente motivo por el que se les alimenta diariamente con carne de llama.
Lo que sí pueden es girar su cabeza en todos los sentidos, gracias a las 14 vértebras de su cuello y sus ojos son grandes porque tienen tres párpados.
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