Tratamientos. Durante siglos los perros han ofrecido amor y compañía al hombre, además de servir como ayudantes de cacería y detectives, comenta Susanne Hansen, especialista en terapia positiva del centro Potenciar Humano. Incluso, comenta que en la Clínica Mayo (EEUU) los perros forman parte de un proceso terapéutico y son los médicos quienes lo recomiendan.
Despiertan emociones. Tanto para la salud mental y emocional tener una mascota es sanador, destaca Hansen. En caso de personas a quienes les cuesta ser expresivos es muy efectivo, especialmente si se practica por medio de un perro, “que sería como un objeto seguro de amor”, expresa.
Son capaces de despertar afecto. A nivel afectivo cuando una persona llega a retener el afecto y se siente en una posición narcisista, una mascota o un animalito, puede ayudar a redireccionar este sentimiento, falta de interés y aislamiento, lo que produce poco a poco, una reincorporación en actividades que tal vez se dejaron de hacer, contribuyendo a entrar en contacto con el mundo y crear nuevamente un vínculo social, explica el psicólogo clínico Ariel Arias.
Cada caso es único. Respecto al proceso de recuperación, no es el mismo para todos. Cada paciente tiene una particularidad. Entonces habrá que determinar si hay variables familiares y contextuales que determinen el problema. “Es bueno tener una mascota porque te permite estar en conexión con la cotidianidad estés o no enfermo”, afirma.
Terapeuta
Susanne Hansen
Terapeuta Potenciar humano
Tener una mascota es sanador y beneficioso para la salud física, mental y emocional. En todas las sesiones que tenemos en nuestro centro siempre participa de asistente “Coffe” de la raza Yorkshire. Es el mejor rompehielos que hay y genera un ambiente hogareño a tal punto que hasta las personas más tímidas se sienten rápidamente a gusto debido a la presencia de “Coffe”. Incluso algunos pacientes lo toman durante la sesión y ese contacto físico les ayuda a compartir temas delicados. //
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