PULGAS: las larvas y pupas de las pulgas sobreviven todo el invierno esperando las condiciones favorables para reproducirse. Con la primavera y el verano llega el calor y estos insectos comienzan a proliferar rápidamente, infestando plazas, jardines y cualquier sitio donde habiten perros y gatos, incluso nuestras casas.
Los animales que son alérgicos a las picaduras de pulgas comienzan a rascarse con desesperación. En los perros las áreas del cuerpo que suelen lastimarse primero son la grupa, la cara posterior de los muslos y el vientre, mientras que los gatos lo hacen sobre la cruz y el lomo. Sin ningún tratamiento las lesiones se van extendiendo a otras zonas del cuerpo y pueden infectarse. La única solución definitiva es mantener al paciente y su ambiente libres de pulgas. Desde hace unos años esto es sencillo gracias a las pipetas pulguicidas que se colocan sobre el lomo y mantienen al animal protegido entre uno y tres meses, según la marca del producto y el grado de infestación del ambiente donde vive. Ten mucho cuidado si tienes un gato, pues no todos los productos son seguros para ellos; solo usa los que dicen específicamente que son para gatos. En casos de contaminaciones muy severas puede optarse por usar algún insecticida para eliminar las pulgas del sitio donde vive el animal. Los hay para diluir con agua y aplicar con un trapo o rociador y otros que son aerosoles con bomba que se colocan en el centro de la habitación, los activas y sales hasta que el frasco se vacíe completamente. Luego dejas cerrado dos horas y ventilas. Siempre sigue atentamente las instrucciones del fabricante cuando uses un producto tóxico.
Si tienes un perro o gato en tu apartamento y te vas a ir de vacaciones llevándole contigo, asegúrate de que no queden pulgas en tu casa, pues cuando regreses habrá tantas que no les importará picarte a ti o a cualquier animal de sangre caliente que entre contigo.
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