bríamos imaginado.
El estudio fue publicado en la edición más reciente de Current Biology. Los investigadores tomaron una muestra de 25 perros y analizaron sus movimientos de cabeza. Así determinaron qué tanto entendían frases o palabras y en cuál de sus hemisferios cerebrales se procesaba esta información.
Cuando los perros estaban en calma y mirando hacia el frente, uno de los estudiosos emitía mensajes verbales, con diversos contenidos y entonaciones.
Los resultados demostraron que los perros volteaban hacia distintas direcciones, dependiendo de cómo asimilaban los sonidos. Si había "pistas" emotivas, como por ejemplo, algo dicho en tono animoso, los perros giraban la cabeza hacia la izquierda.
Pero, cuando lo que se les decía eran palabras "significativas", tal vez una orden con que estuvieran familiarizados, en un tono de voz plano, los perros giraban la cabeza hacia la derecha.
Así se demostró que cada uno de estos sonidos es procesado por diferentes hemisferios de su cerebro, de una manera muy similar a como funciona el cerebro humano. Los perros, después de todo, son mucho más parecidos a nosotros de lo que pensábamos.
Los resultados de la investigación comprueban también que estos animales entienden nuestras órdenes, más allá del simple reflejo. ¿Ya ven por qué una de cada tres mujeres extraña más a su perro que a su pareja?
En conclusión, nuestros perros nos entienden. Ahora bien, hay diferencias entre la comprensión y la decisión de hacer lo que les pedimos. Algunos perros aceptarán seguir nuestras indicaciones sin chistar, a otros no les dará la gana, justo como hacen nuestros gatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario