El animal tuvo que someterse también a una cirugía estética para retirar el exceso de piel. Todo este régimen lo hizo con la ayuda de Nora Vanatta, una veterinaria de Seattle.
Vanatta adoptó al cachorro y logró cambiar los hábitos alimenticios que tanto daño le hicieron en el último tiempo. Actualmente Obie pesa 11 kilos y goza de buena salud.
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