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miércoles, 10 de diciembre de 2014

‘Pancho, el perro millonario’, el cine en proyección: Un viaje para conocer el poder de la amistad

Comedia familiar que supone el salto a la gran pantalla de Pancho, el perro millonario de España, acompañado de la actriz y presentadora Patricia Conde y los actores Iván Massagué, Alex O’Dogherty y Secun de la Rosa.

Tom Fernández, director nominado al Goya por La Torre de Suso y habitual guionista y realizador de comedia tanto en cine como en televisión, se pone tras las cámaras en esta comedia para toda la familia que sigue las aventuras de Pancho, el perro millonario, intrépido y un poco gamberro que tras un inesperado giro en su vida de lujo y extravagantes caprichos deberá enfrentarse a los peligros del mundo real en un viaje que le enseñará que la verdadera riqueza no se encuentra en lo material sino en el poder de la amistad.

SE INICIA LA FILMACIÓN

La idea de producir Pancho, el perro millonario surgió en los Premios Goya a los que nuestro protagonista, conocido entonces por las campañas de la lotería, acudió como invitado. Allí se hizo fotos con las estrellas del cine español y estuvo en la platea como un actor más. A la mañana siguiente se empezó a gestar el proyecto. A nadie se le había ocurrido en España hacer una película para público familiar con un perro como protagonista. Y, además, tenían la ventaja de que Pancho era un perro muy conocido y apreciado, y que a posteriori ha dado un resultado magnífico como actor.

Con esta idea muy clara, el director, Tom Fernández, escribió un guión delicioso, divertido e ingenioso, con rápidos diálogos y gags continuos.

DEFINIENDO A PANCHO

Cuando de definir a Pancho se trata, la primera descripción que surge es la de un perro pícaro, un Beethoven hispano y, por lo tanto, más pequeño pero más travieso. Según el Diccionario de la Real Academia, por “pícaro” se entiende al “personaje central del subgénero literario de la picaresca, que representa al antihéroe desgraciado y de mal vivir, desengañado de la sociedad y que pone por encima de todo el mantenimiento de su libertad e instinto de supervivencia”.

Pancho no es exactamente eso, porque vive bien, no es un antihéroe, ni está desengañado y, por contra, es divertido alegre, bonachón y simpático, pero se comporta con picardía y disimulo para conseguir lo que quiere. Pancho tampoco es aquel enorme perro llamado Beethoven que tanto gustó a varias generaciones en el pasado. Pancho es pequeño, sí, pero travieso, le gusta jugar, se hace querer, y su corazón es enorme. Vive sus propias aventuras y, pese a sus ocurrencias, al conocerle y pasar un rato con él uno se da cuenta que con Pancho al lado la vida es esencialmente mejor y más divertida.

NOTA DEL DIRECTOR

“El maestro Hitchtcock decía que nunca se debía trabajar con animales y niños. Bueno, Hitchcock no era asturiano. Porque cuando el proyecto llegó a mis manos me relamí como un niño ante una tarta de cumpleaños. Primero porque nunca había hecho algo así: se trataba de un desafío. Pero más importante, porque una película como Pancho no es habitual en el cine español. Una película en la que puedes combinar aventuras, comedia romántica, acción.... Y un perro. Habría que estar loco para decir que no a algo así.

Pancho es una película muy luminosa y con mucho color, además de entretenida, amable y divertida. Es de hecho un género en sí mismo: el protagonista no habla, pero cocina, conduce, rema, etc. Hace cosas extraordinarias y, en la película, nos ha regalado momentos históricos. Su viaje en la pantalla es el de dejar de vivir de forma caprichosa para volver a ser un perro que necesita un amigo.

Los niños fueron mi norte durante el rodaje. El objetivo era entretener a esas fierecillas acostumbradas a ver el mejor cine infantil que se ha hecho en los últimos cincuenta años”:

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