En plena emergencia departamental por rabia canina y ante el anuncio de la eliminación de los perros vagabundos, un grupo de defensores de animales decidió iniciar una vigilia en las puertas de ingreso del Centro Temporal de Canes, ubicado en el barrio El Triunfo, lo que impidió que las brigadas puedan retomar su trabajo de captura de canes callejeros.
La protesta se dio cuando la Alcaldía anunció que se reforzará la captura de los perros callejeros ante el riesgo que corre la población cruceña, toda vez que un 70% de los casos positivos de rabia canina son de animales callejeros.
Asimismo, la muerte de un hombre por causa de rabia humana disparó las alarmas de las autoridades. “Los camiones (perreras) no pueden salir a realizar su trabajo y los perros que han sido ‘eutanasiados’ no pueden ser llevados para su entierro. Están creando un problema de salud pública, que es inaudito. Si siguen impidiendo que hagamos nuestro trabajo habrá más personas en riesgo”, advirtió el secretario municipal de Salud, Fernando Mustafá, al pedir a los defensores de animales tomar conciencia sobre el riesgo en que se expone a la población.
Sin embargo, los defensores de animales argumentan que los perros son seres vivos y, por lo tanto, están en contra de la matanza. Carla Tórrez, una de las manifestantes, dijo que les molesta la forma cruel en que están aplicando la eutanasia a los canes, incluso, a animales con dueño.
Entretanto, Mustafá aseguró que se aplica la eutanasia humanitaria, en la que el perro no sufre para morir, a diferencia de la rabia que causa una muerte dolorosa.
Los manifestantes indicaron que no se moverán del lugar hasta reunirse con las autoridades municipales para abordar el tema, incluso ayer por la tarde cuatro personas instalaron un piquete de huelga.
Empero, Mustafá señaló que si no se controla a los perros callejeros, los riesgos serán mayores. En este sentido, dijo que si los animalistas persisten en sus medidas de evitar que la Alcaldía haga su trabajo, se activarán procesos por atentado a la salud pública. “Nadie quiere matar perros por gusto, lo que queremos es evitar que la gente se enferme y muera”, dijo.
El director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Joaquín Monasterio, pidió considerar la gravedad de la situación. “En este momento la situación es de mucha gravedad, el peligro de muerte de la gente está latente, por lo que debemos tener mayor conciencia y actuar con responsabilidad”, sostuvo.
Plan estratégico
Monasterio manifestó que se activó la emergencia sanitaria para poner en marcha un plan estratégico que comprende el control de foco, la captura de perros vagabundos, la eutanasia a los canes con sospecha de ser portadores del virus y una megacampaña de vacunación canina, que se llevará a cabo el 18 y 19 de este mes.
Todo perro capturado que no sea reclamado por su dueño en el centro de zoonosis será sometido a la eutanasia, tal como indican los protocolos.
Mustafá indicó que los dueños de los canes tendrán 24 horas para reclamar a sus animales, por lo que pidió cuidarlos para que no salgan a la calle.
También explicó que la idea es reforzar el trabajo principalmente en los tres distritos con más casos de rabia (6, 7 y 12), inicialmente con dos perreras, aunque se están haciendo las gestiones para comprar otras dos y un camión.
Con respecto a la campaña de vacunación, Monasterio comunicó que el Ministerio de Salud dotará de 400.000 dosis, que son de cultivo celular, cuyo efecto se da en menor tiempo y su duración es mayor que la vacuna que se venía aplicando, la CRL.
En esta campaña, todos los perros deben ser vacunados, incluidos aquellos que hayan recibido la vacuna en las cruzadas anteriores. Lo que sí se debe evitar es bañar a las mascotas durante las 48 horas después de la vacuna y evitar que salgan a la calle, recomienda el Sedes.
18 personas con tratamiento
El jefe de Epidemiología del Sedes, Roberto Tórrez, informó de que actualmente 18 personas que tuvieron contacto con la última víctima de rabia humana o con los animales que se presume que le contagiaron el virus, están recibiendo el tratamiento profiláctico, es decir, vacunas para prevenir la rabia humana.
El Sedes continúa investigando en qué momento contrajo el mal de rabia esta persona, pues los antecedentes indican que estuvo contacto con tres animales, ya que se dedicaba a recoger perros de la calle para darles un hogar. Se conoce que el primer contacto fue hace seis meses, cuando la víctima llevó un can a su casa y luego se ausentó del país por tres semanas, pero al retornar se enteró de que el can había enfermado, por lo que le aplicaron la eutanasia.
El segundo contacto ocurrió dos meses después, cuando llevó otro perro a su casa, que estuvo una semana allí y de un rato a otro desapareció; y último sucedió hace un mes cuando un perro callejero ingresó a su casa y en su intento por sacarlo, se tropezó y se hizo una herida, de modo que no supo si fue producto de la mordedura o de la caída.
Con estos antecedentes, el jefe de Epidemiología insiste en que hay que evitar recoger perros de la calle y alejarse de ellos para evitar riesgos. “Se dice que el periodo prodrómico, es decir, antes de que el perro presente los síntomas ya puede transmitir el mal, pero obviamente durante el periodo de la enfermedad la carga viral es mucho más alta, por lo que el riesgo es mayor”, explicó el médico.
Según Tórrez, un perro generalmente escapa de su casa porque está cambiando de conducta, que es uno de los síntomas del mal de rabia. Asimismo, recomendó ponerse a buen recaudo cuando un perro callejero ingresa a la vivienda. “Nada de estar intentando agarrarlo para sacarlo por sí mismos. Lo mejor es llamar al centro de animales para que haga ese trabajo”, aconsejó el epidemiólogo.