En una entrevista a la Red Erbol, Chávez explicó que “algunos dueños irresponsables tienen la mala costumbre de sacar el perro a la calle en la mañana para que realice sus necesidades; sin embargo, los niños, las niñas y personas mayores, al trasladarse a sus actividades cotidianas, son objeto de agresiones de diversos grados. Por eso la gente debe tomar muy en cuenta que la herida de perro puede dejar muchas secuelas que con el tiempo van a causar diferentes repercusiones”.
Según la autoridad, algunos dueños no asumen su responsabilidad por las mordeduras que causaron sus mascotas a los vecinos, además, tampoco colaboran en la curación de las heridas. Las víctimas son las que deben cubrir los gastos con sus propios recursos.
“Cuando un can agrede a un niño, este deja secuelas e incluso traumas psicológicos, porque el niño ya tiene miedo hasta de tener una mascota o acercarse a un perro por temor a que le vuelva a morder”, sostuvo Chávez al explicar que algunas agresiones caninas se dieron en pleno rostro, dejando cicatrices en la victima de por vida.
La autoridad expresó su esperanza para que esta gestión se tenga menos casos de mordeduras de perros, debido a que el año anterior registraron 2.700 casos de agresiones caninas. Estas principalmente afectaron a niños y niñas menores de 10 años por falta de protección de sus tutores.
Aclaró que hasta el momento no se registró ningún caso positivo de la enfermedad de la rabia canina en El Alto mientras que el año anterior se presentaron cinco casos de esta enfermedad mortal, por lo cual anunció redoblar los esfuerzos de vacunación canina y felina durante la venta de animales en la feria 16 de Julio para evitar un brote de este mal.
En la ciudad de El Alto se tiene 261.000 animales, entre ellos 230.000 perros y 31.000 gatos. Esta cifra duplica a la población animal en La Paz. Cada familia alteña cuenta en promedio entre 4 a 5 mascotas, por lo cual apeló a la población de esta urbe reducir gradualmente el número de mascotas que tienen por ser una fuente alta de transmisión de enfermedades desconocidas.
La autoridad no precisó el número de canes callejeros; sin embargo, recomendó a los propietarios de mascotas no sacar a sus perros a la calle y no abandonarlos porque luego se convierten en un serio riesgo de diseminación de enfermedades.
La Unidad de Zoonosis de El Alto no cuenta con infraestructura propia y atienden a la población en una pequeña oficina donde trabajan tres personas, para casos de emergencias no cuentan con un vehículo ni equipos médicos.
Esta dependencia presentó al Ejecutivo Municipal el proyecto de construcción del ‘Centro Municipal de Zoonosis’ con el objetivo de brindar diversas atenciones a los animales.
El pasado mes, la Unidad eliminó 30 canes sospechosos de haber contraído rabia en el botadero de Villa Ingenio. Según la autoridad, los animales atacaban a los pobladores del lugar
En la ocasión Chávez expresó a los medios de comunicación que existen al menos 15 jaurías compuestas por 15 y 25 perros cada una y que en conjunto representan 300 animales expuestos a la rabia canina. “Los perros atacaron además a vacas, corderos y camélidos de la zona”, relató.
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