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martes, 17 de abril de 2012

Tras el misterio de la “bruja” de palomas

La “brújula” de las palomas mensajeras es un mecanismo que aún oculta misterios, según un estudio detallado sobre el sentido de la orientación de estas aves, publicado en la revista Nature. Los investigadores del instituto de Patología Molecular de Viena, coordinados por David Keays, estudiaron el pico de las palomas y descubrieron que no hay pruebas de la presencia de células nerviosas que permitan a las aves orientarse mediante los campos magnéticos de la Tierra.

El fin de las búsquedas futuras será identificar qué células permiten a las palomas mantener una orientación casi milimétrica durante sus desplazamientos.

“Las aves se orientan con distintos sistemas y la base genética de la capacidad de migración fue probada varias veces”, comentó Alessandro Montemaggiori, ornitólogo de la Universidad La Sapienza, de Roma. “Los animales conocen ya la duración, extensión y dirección de su viaje. Y es cierto que saben que deben ir hacia el norte durante la primavera, pero de todos modos deben poder orientarse”, agregó. Estudios precedentes sugerían que las células ricas en hierro presentes en los picos de las palomas eran células nerviosas con magnetita y, por lo tanto, capaces de ayudar a la navegación mediante el campo magnético terrestre. a

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