El fin de las búsquedas futuras será identificar qué células permiten a las palomas mantener una orientación casi milimétrica durante sus desplazamientos.
“Las aves se orientan con distintos sistemas y la base genética de la capacidad de migración fue probada varias veces”, comentó Alessandro Montemaggiori, ornitólogo de la Universidad La Sapienza, de Roma. “Los animales conocen ya la duración, extensión y dirección de su viaje. Y es cierto que saben que deben ir hacia el norte durante la primavera, pero de todos modos deben poder orientarse”, agregó. Estudios precedentes sugerían que las células ricas en hierro presentes en los picos de las palomas eran células nerviosas con magnetita y, por lo tanto, capaces de ayudar a la navegación mediante el campo magnético terrestre. a
No hay comentarios:
Publicar un comentario