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viernes, 27 de abril de 2012

En Tailandia despiden a las mascotas con rituales budistas

Muchas mascotas de Tailandia van al cielo tras ser despedidas por sus dueños y las personas de su entorno con vistosos funerales budistas que abren el camino de la reencarnación al ser que pasó por esta vida.

En el templo That Thong de Bangkok, una docena de familiares y amigos asisten con rostro compungido a las exequias de Bisho, un perro Golden Retriever que durante los últimos 15 años fue uno más de la familia.

Un monje budista recita mantras en pali, que repiten los asistentes al tiempo que se cogen de la mano o la posan en su vecino para aunar todo el mérito posible en favor de su querida mascota, cuyo cadáver será incinerado y sus cenizas echadas a las aguas del río.

“Antes no podía ver a los animales porque les tenía miedo, pero todo cambió cuando acogimos a Bisho con sólo dos meses; es interesante cómo cambió mi perspectiva de los animales”, explica a EFE Indra, la madre de la familia.

Bajo un calor abrasador, el canino empieza a despedir cierto hedor que atrae a algunas moscas, lo que no impide que Indra y su hijo menor acaricien e incluso besen el morro rubio de su mascota inerte.

Los restos de Bisho son introducidos para su incineración en una cámara diseñada por Ploysing Passornsiri, fundadora de la empresa Pets Crematorium, que también presta otros servicios como el de recogida del cadáver y las pompas religiosas.

La empresa, pionera en el servicio completo, realiza de 30 a 60 funerales al mes, que son sólo una parte de los que a diario se llevan a cabo en numerosos templos budistas de este país, cuya población es entusiasta de las mascotas, desde canes a reptiles, pasando por aves o monos.

“Fundé la empresa hace tres años porque no quiero que cuando mi mascota muera sea incinerada de cualquier manera. Hemos organizado funerales para peces, serpientes, tortugas, gatos e incluso un erizo”, señala la joven tailandesa, licenciada en arquitectura.

Las exequias de las mascotas, incluida la incineración, el féretro y el viaje para depositar las cenizas en el río cuestan unos 323 dólares , dependiendo del tamaño del animal.

Un creciente número de tailandeses está dispuesto a gastar estas cantidades de dinero para despedir a su mascota al morir, incluida la excursión hasta el río para arrojar las cenizas del animal del que tan grato recuerdo tienen.

Comida favorita
Ceremonia Los allegados del perro Bisho dejan una rosa de papel en el interior de la incineradora para despedir a su mascota y dejan fuera una bandeja con fruta, la comida predilecta de esta mascota,


Restos Cerca del puente de Bhumibol de la capital tailandesa, Chiprinai, en un herbolario de medicina tradicional china, una joven sujeta las fotografías de sus gatos fallecidos recientemente mientras se realizan los preparativos para esparcir sus cenizas.

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